¿REALLY BAD GIRL?

Vieja pasa

Caminaba por las calles de parís mientras observaba a los niños jugar y hablar ese idioma tan fluido como solo pueden hacerlo aquellas personas que habían nacido y crecido en la ciudad del amor, algunos canales se abrían por los lados del camino de piedra y llevaban agua por la corriente; parejas se situaban en algunas mesas mientras se miraban con aire romántico. estúpido.

Enamorarte de una persona, sabiendo que todo terminara algún dia es estúpido. iba a seguir mi camino pero sentí algo frió. Agua.

Desperté.

  — ¡¿PERO QUE DEMON... 

  — ¡Esa boca!—  la tía jenna me miraba con una pequeña sonrisa en sus labios, ¿y yo? empapada como si fuera un gato bañado.—  Vas a llegar tarde, mas vale que te apures, son las siete y cincuenta, ah y ten cuidado por que el agua esta...

  — ¡¿QUÉ?! —  No espere a que terminara y entre tropezones corrí al baño, hice rápidamente mis necesidades y de un tiron me quite la pijama y la ropa interior; una vez dentro de la ducha abrí el grifo y... —  ¡ME QUEMO! ¡ME QUEMO! ¡ME VOY A DERRETIR! ¡ME QUEMO!

Y después de casi arrojarme fuera de la ducha vi que el regulador de agua se había dañado.

  — Demonios — se escucho una pequeña risa y luego pasos en las escaleras. Tome mis converse grises y un vestido floral color amarillo pastel y trote en toalla hasta la primera planta, me di un baño con agua helada y me puse el vestido mientras corría poniéndome las converse, vi la hora: ocho y veinte, demonios en 10 minutos sonaría la campana y me demoraba quince en llegar... Tome una tostada y me la puse en la boca mientras cogía mi mochila y las llaves de la moto. — ¡ADIÓS!

quince minutos después me encontraba corriendo por los pasillos del instituto. Choque con una pared, o mejor dicho alguien.

  — Sabandija —  observe sus ojos azules.

  — Rayita, digo, caprichosa—  Me reto con la mirada y lo mire enojada, le saque el dedo medio y segui corriendo al aula, maldito dereck.

Llegue a el aula 18 sudando y con el cabello como nido de pájaros.

  Aproveche que estaba de espaldas y mientras todos me veían camine en puntas hasta mi asiento, y cuando me iba a sentar, la muy pasa me dice:— Llega tarde señorita soomers — Hablo como la anciana de monster inc, incluso llegue a pensar que me preguntaría sobre mi papeleo... Escribió algo en un papel verde y, ¡¿verde?! ay no. — A dirección, es la tercera vez este mes.—  La mire mal y voltee los ojos, ya iba a dirección así que no podía hacer nada mas. Me equivoque. — cinco décimas menos en la materia.

  — ¡¿CÓMO?! vieja pasa... — Asoto una regla contra su escritorio.

  Sonrió con malicia y dijo:  — UN punto menos en la materia; ¡RETÍRESE!

Camine hacia la puerta y la asote mientras salia, solo para darme la vuelta y mirarla a través del cristal, me miro, levante mi puño y saque lentamente mi dedo medio mientras con la boca articulaba: Adiós vieja pasa.

Jalaron mi mano y escuche cinco voces al unisono:

  — ¡¿ESTAS LOCA?! —  Me miraban entre asombrados y como si estuviera desquiciada, así es, el chinegro, el pelo de arcoiris, el chico bandana dedos largos, Mr. piercing y el acosador alias el idiota, o como todos lo llaman: Dereck.

  — ¡A GRITARLE A SUS ABUELAS PENDEJOS!—  Me miraron aterrados y mientras salían del shock, empece a caminar a la dirección.

Segundos después me siguieron. —Oye, ¿a donde vas?— pregunto el chinegro mientras los otros me lanzaban miradas inquisitivas.

  — A que les— todos intercambiaron miradas. y preguntaron al unisono: —¿Que les?— me reí por lo bajo, es increíble que no sepan lo que diré, pero bueno, así son los cerebros de nuez, respondí: —Que. Les. Importa.

Me miraron un poco molestos y llegamos a la oficina del director. —Bueno, aquí finaliza el recorrido, se acepta propina— Les sonreí sarcásticamente y después de darles un saludo al estilo militar, entre.

Que empiece la acción.

  — ¿Porque entras sin avisar? y tania, ¿Otra vez aquí?— Me miro con cansancio, bueno, técnicamente solo había estado aquí tres veces: Para entregar los papeles de intercambio el primer dia, cuando le respondí mal por primera vez a la cara de pasa y cuando golpee a las plásticas y a los cerebros de maní...

  — Hermosos recuerdos, ¿no? — Me limpie una lagrima imaginaria y me senté mientras ponía mis ves sobre la mesita de café que había frente a su escritorio, sus ojos grises me examinaron y pude ver un poco de diversión en ellos, vestía un traje gris y su cabello solo se situaba a los costados de su cabeza haciéndolo parecer un poco viejo, o tal vez era por las arrugas que había en las esquinas de sus ojos, boca y unas que otras en la frente, me pregunto:— ¿Que sucedió esta ves, tania?—  entrelazo sus manos sobre el escritorio y espero una respuesta.

Deslice la hoja de papel color verde por su escritorio y la tomo, cinco segundos después abrió los ojos sorprendido: —Vaya, le vas a terminar causando un infarto— Él rió un poco y yo también, era gracioso.—¿Sabes? yo también fui joven, y se lo que es que un profesor no te agrade, o en tu caso, no le agrades a ninguno, y supongo que el sentimiento es mutuo, pero creo que deberías dejar de provocar tanto a la vieja pasa.— Solté una carcajada y el rió por lo bajo.— Esto no quiere decir que estas a salvo— Suspire — Vas a hacer un ensayo sobre el respeto a los maestros.  —Bueno no salio tan mal...— Puedes retirarte. — Me guiño un ojo y reímos.

  — ¿Sabe? Estaba equivocado, usted me cae bien —  abrí la puerta y reí mientras salia, pero me encontré a calum con un vaso de cristal en su mano y a los demás con un oído en la puerta.

  — ¿ Sus mamis no les han enseñado que escuchar conversaciones ajenas es de mala educación?— me cruce de brazos— Muy bien, yo les enseñare, les daré ventaja: Uno, dos, tres, cuatro, cinco...— Intercambiaron miradas confusas y luego de un segundo abrieron los ojos y empezaron a correr en círculos— Seis, siete...— Se empujaron y corrieron de manera vertical—  Ocho, nueve, diez. — Se escucho como se rompía un ventana, bueno, parece que ellos mismos aprendieron la lección, estábamos en la primera planta así que con suerte solo cayeron en la hiedra venenosa del jardinero. Sonreí y me retire.

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