Capitulo 1 Lia

29 2 0
                                    


No hay una segunda oportunidad para una primera impresión

Me despierto sobresaltada, distingo en el reloj que son las siete de la mañana, tengo tiempo de sobra para arreglarme, no puedo creer que ya tenga una semana en Barcelona, y que hoy por fin vaya a empezar las clases en la universidad. Mi sueño siempre fue construir proyectos, casas o edificios, por eso la ingeniería siempre fue mi primera opción, pero ninguna de mis circunstancias era muy alentadora para cumplir mi objetivo. Cuando creces en un orfanato compartiendo absolutamente todo con más de 300 niños, las oportunidades de destacar se vuelven mínimas, pero yo siempre fui aguerrida y me fijé una meta.

Con mucho esfuerzo y horas de estudio hasta el desvelo logré acceder a una importante beca que me permite vivir en esta nueva ciudad. No es mucho, pero es mío. Es un departamento pequeño, con un cuarto, cocina, baño y un pequeño living para poder pasar las tardes de domingo relajada. En el hogar compartía cuarto con quince chicas, así que esta privacidad es muy apreciada. Salgo de la cama presurosamente, tengo tiempo de tomar un baño largo para despertar del todo. Cuando enciendo la ducha, el agua helada recorre todos mis sentidos, necesito estar concentrada hoy, me repito, mi objetivo está claro y tengo que lograrlo, solo depende de mí que así sea, todo mi futuro depende de que encaje aquí.

Me arreglo rápidamente, además no tengo mucho de donde elegir, escojo un lindo vestido azul, es ligero e ideal para un día tan caluroso, con unas chatitas cómodas quedan perfectas. No pierdo más tiempo, nunca fui vanidosa y no empezaré ahora; no es lo mío, soy normal y me gusto tal cual soy.

Junto todas las cosas que necesitaré en la cartera y salgo de mi departamento. Vivo en un cuarto piso, el edificio que está especialmente alquilado para todos los becados de otros lugares como lo soy yo. Llamo al ascensor y espero, cuando se abren las puertas éste se encuentra vacío, mi buena suerte empezó temprano, oprimo el botón y lo siento bajar.

Salgo presurosamente hacia la universidad, invertí toda la semana pasada en recorrer el camino de ida y vuelta, así no me perdería ya que estaría un poco más segura y sin temor. La ciudad es espectacular llena de edificios antiguos, nuevas instalaciones que le dan un aire moderno mezclado con un toque colonial que lo hace tan interesante. El tráfico se concentra y abarrota las calles, es una hora pico y claro que será así. El metro que va a llevarme sale en diez minutos tengo tiempo de sobra, así que voy caminando lento para admirar más del paisaje.

¿Sienten cuando una décima de segundo antes de que algo les suceda, ya lo perciben? Es como un sexto sentido malvado, que te muestra qué pasará y no puedes evitarlo. Pues bueno, eso mismo sentí al tiempo que iba a cruzar la calle, vi el auto, calculando la velocidad en que venía, sabía que no frenaría a tiempo y nada podría hacer, solo cerré los ojos y esperé. Entonces todo se volvió negro y me dejé ir.....

Golpes sobre mi rostro, eso sentí. Eran débiles y cada vez más firmes. Intento abrir los ojos, poco a poco la luz golpea mi vista, y es ahí cuando me doy cuenta de la multitud a mi alrededor, una verdadera muchedumbre, todos perfectamente ordenados en un círculo, miradas curiosas me ven y yo no entiendo nada.

- ¿Nena estas bien? - Escucho a alguien decir eso y lo oigo realmente cerca. Quito los ojos de la multitud y observo a quien me daba los golpecitos. Realmente lo miro y tres palabras cruzan mi mente, oh dios mío, pero sólo es hasta que continúa hablando.

-¿Que me pasó? - Pregunto, al tiempo que intento levantarme, siento un dolor de cabeza punzante.

-¿Qué le pasó?, ¿Qué le pasó? Increíble, usted sí que es inconsciente - el tipo se ve realmente nervioso noto que le está por saltar la vena en el cuello. Se levanta del suelo donde estaba sentado junto a mí y comienza a caminar de un lado al otro. Vuelve a hablar, esta vez, elevando el tono.

Y de repente tu!! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora