La llegada

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Hola, soy Valentyne una chica común de 21 años de edad, alta, linda (o eso me dicen a veces), atleta, cabello color castaño oscuro y largó el cual cae en ondas, con ojos color avellana y bueno sólo diré que una linda sonrisa creó, me independice a los 17 años de edad cuando salí de la escuela secundaria, empecé a estudiar Idiomas es una de mis pasiones, aprender hablar todos los idiomas y dialectos. Culmine la carrera de idiomas a mis 21 años, gracias a la carrera dominaba totalmente los idiomas como el alemán, el ruso, el sueco, el polaco, el griego, el inglés, el mandarín, el francés,etc, después de cumplir parte de mi sueño empecé como loca a buscar estudiar mi carrera favorita la cual es Filosofía.

Pude entrar en la Universidad de Filosofía de Veltom, una universidad no muy conocida, pero era lo que yo podía pagar y bueno lo que me importa es estudiar lo que amo. Me mude a una pequeña casa en el centro del pueblo, para mi el pueblo era perfecto, muy tranquilo, conectado con la naturaleza, lleno de árboles y muchas áreas verdes, niños jugando en la calle, personas muy amigables caminando por ellas, calles limpias, la universidad quedaba a dos calles de mi casa, tenía una cafetería a lado, todo era perfecto. Mi primer día en el pueblo me recuerdo muy bien me desperté muy bien, me levanté de mi cama, abrí la ventana de mi habitación, siento el olor de café recién hecho y me dieron ganas de desayunar en la cafetería, así que fui así el baño, agarré mi cepillo de dientes, me cepille, me bañe muy rápido ya que el agua estaba demasiado fría, me vestí, ese día estaba muy fresco, así que me puse unos jeans ajustados, una franela negra con un gatito enfrenté, unos converse blancos y bueno salí de mi casa, fui a la cafetería, me senté en una mesa junto a la ventana podía ver como los árboles se movían por la suave y refrescante brisa de afuera, llego la mesera y me dice:

—Buenos días, ¿Que vas a ordenar?
—Miro la carta y le digo —Dame unos huevos con tocino y pan tostado, ah y un café grande

Anota mi pedido y va darle la orden al cocinero, sigo mirando hacia afuera por la ventana apreciando el bello día, cuando escucho una voz, chillona pero no tanto como para ser desagradable, me volteo y veo que es una chica, bajita media como 1.58 o 1.60, pelo rizado, color castaño claro, ojos color verde intenso, esta se me acerca y me dice:

—¿Eres nueva en el pueblo verdad?
—Yo un poco cortante le respondo —Si, soy nueva aquí...
—Ella me mira fijamente a los ojos, lo cual esto me pone un poco nerviosa, no me gusta que lo hagan, y me dice —Oh genial, bueno yo soy Jessica, ¿Y dime que te trae a este bello pueblo?
—Al ver que es amigable le respondo —Mucho gusto Jessica, yo soy Valentyne me encuentro en el pueblo ya que estoy estudiando Filosofía en la universidad
—Se queda pensando y dice —Valentyne, lindo nombre, me gusta, ¿Cuantos años tienes Vale?
—La miro un poco molesta y le digo —No me digas Vale, odio que me digan así y tengo 21 años, ya viene mi comida te puedes callar y dejarme comer
—Jessica se encoge de hombros y dice —Lo siento no sabía que te molestarías, y bueno igual ya me tenía que ir a clases, hasta luego Valentyne, y se que no preguntaste pero tengo 19 años
—Le sonrió y le digo sarcásticamente —Vale hasta luego, nos vemos luego

Llega la mesera y me entrega lo que yo había pedido, le agradezco la atención

—Gracias —Le digo mientras deseo tomar ese café que olía muy bien
—A la orden —Me responde ella con una gran sonrisa en el rostro

Después de eso prosigo a comer los huevos y ah tomar mi taza de café, juro que nunca en la vida había probado un café tan exquisitamente bueno como ése. Después de terminar mi desayuno y pagar mi desayuno, me propongo a dar una vuelta por el pueblo, para conocerlo más y todo eso, caminando paso por un parque, me siento en una banca en el parque para apreciar más la hermosura y tranquila de Veltom...

El Diario de Valentyne HoldensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora