4. Me convierto en una coca cola viviente

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Al llegar al comedor, todos ya estaban cenando.
-Quieres sentarte con nosotras?-Me dijo Daisy.
-Claro.- No tenía inconvenientes ya que no conocía a mucha gente.
El comedor era un lugar muy grande, con un tejado bastante alto y sin paredes, se parecía a los lugares donde se come en los campings.
Teníamos que coger una bandeja e ir escogiendo sobre diferentes mesas que tipo de comida queríamos.
Nos sentamos juntas en una mesa que estaba a medio ocupar, estaba ocupada por unos chicos, que no les llegué a entender de lo que hablaban.
Mientras comíamos uno de ellos (el que tenía a mi derecha) me tiro la bebida por encima de mi ropa, cuando se me estaba cayendo, pensé, podría ir peor? Y si podía, porque al ser una bebida mágica era interminable, en resumen, mi primer día y termine con 3 litros de coca cola por encima. Cuando logré parar las cataratas de la coca cola, todo el mundo se me habia quedado mirando, me puse roja y nerviosa así que decidí correr hasta mi cabaña, pero que pasa si corres por suelo mojado, exacto, te resbalas.
Me resbalé por el suelo del comedor y aún mas roja salí corriendo, otra vez, hacía mi cabaña.

[...]

Al entrar en mi cabaña, pensé que todo lo malo siempre me pasa a mí, asi que decidí ir a ducharme para quitarme la coca cola y ya si eso volver a cenar algo. Cuando acabé de ducharme y cambiarme de ropa, sonó la puerta de la cabaña:
-Hola, estas bien?- Dijo una voz cálida.
Fui a abrir la puerta para presentarme.
-Si, muchas gracias por preguntar.- Le dije sonriendo. Eso me pasa por ser muy patosa, lo fui desde pequeña.
-Bueno y también vine a pedirte perdón.- Dijo haciendo caso omiso a lo que le había dicho antes.
-Perdon por qué?-Dije apoyandome en el marco de la puerta.
-Por tirarte la coca cola encima.- Me dijo avergonzado.
-Ohh fuiste tú, no pasa nada en serio.- Le di un abrazó para consolarle. Me llamo Amanda, y tu?
-Soy Alex, hijo de Hefesto, el Dios artesano. Alex era un chico con el pelo rubio corto, despeinado y con las puntas quemadas (seguramente de trabajar en la forja), moreno, con ojos marrones, tenía unas manos grandes y fuertes y llevaba un look estilo vaquero pero sin el gorro y la pañoleta. Tenia dos pistolas negras con rebordes amarillos que supuse que habría fabricado él. Se fijó que me había quedado mirando a sus pistolas
-Te gustan. Dijo mientras desenfundó las pistolas. Quieres que te haga una demostracion?
-Claro.- Le dije mientras aplaudía y coreaba su nombre. Empezó a disparar con sus pistolas al aire como si fueran fuegos artificiales.
Asombrada le dije:
-Puedes disparar todo lo que tu quieras?- Le pregunte con un brillo en los ojos.
-Claro.- Me dijo sonriendo
-Pueden disparar chocolate??
-Emm, si?-Creo que no se esperaba esa respuesta pensé mientras soltaba una pequeña sonrisa. Mejor no hagamos eso que tendríamos que limpiar todo, la última vez que hice eso Deméter, por llenar un árbol de chocolate, nos hizo que empezará a llover coliflores. Me reí a carcajadas de su historia cuando me entregó un plato con mi comida favorita: patatas fritas con filete de pollo empanado.
-Como lo sab...-Me cortó.
-Por mi culpa no pudiste cenar, asi que estaba obligado a traerte la cena y a mayores darte esto. Me dió una invitación para un concurso de tiro que había a la mañana siguiente. Me gustaría que vinieras a verme, mejor será que te deje ya, quedan 5 minutos para el toque de queda así que será mejor que me vaya.- Me dijo mientras me daba la espalda y echaba a correr.
-Chao!!!- Le grité mientras el me devolvía el saludo.

Volví a dentro para comer la comida que me había traído Alex y más tarde iría a dormir.

[...]

A la mañana siguiente me desperté temprano para poder ir a ver la competición. Había mucha gente sentada para ver la competición que ya estaba a punto de empezar. Ví a Alex buscando a alguien con cara de preocupado hasta que me vió y cambió su expresión complemente. Le saludé y el me devolvió el saludo.
En la competición participaban Alex, un hijo de Zeus, una hija de Atenea y una hija de Poseidón. Al final ganó Alex y le entregaron un billete de 300€. Bajé para darle mis enorabuenas con un abrazo.
-Se te da genial disparar.- Le dije felicitandole.
-Muchas gracias Amanda.- Me dijo sonrojado. Podemos ir a tomar algo te parece?
-Claro.- Le dije mientras me rodeaba con su brazo derecho.
Mientras tomabamos unos chocolates en el comedor, que al parecer según la hora del día adopta una forma distinta (ahora era mediodía, así que tenía forma de cafetería), hablabamos de cuanto tiempo llevaba aquí.
-Bueno, llevo aquí desde los 5 años, cuando mataron a mis padres y una voz me dijo que viniera hasta aquí.
Su voz sonaba trágica así que cambié de tema rápidamente para que no se deprimiera. Después de hablar un rato nos despedimos y decidí ir al lago, porque a media mañana eran muy bellas las vistas. Al llegar me extrañó ver un lago con olas, en el que había gente haciendo surf. Y había dos personas peleandose en la arena, era un chico y una chica así que decidí ir a ver que pasaba
-Dios quieres sacarte maldito kraken sarnoso.- Dijo la chica.
-Por favor Escila, cómetela y haz que se calle.-Dijo el chico.
-Que esta pasando?- Les pregunté. Por qué os estáis peleando?
-Porque la estúpida de mi hermana dice que ésta es su tabla, cuando perfectamente pone mis iniciales, DL.- Dijo él.
-Pero es que también son las mías pedazo de inútil.
Al parecer, eran hermanos. Los tranquilice y nos sentamos en la arena.
-Yo me llamo Dake.- Dijo el chico saludandome con un movimiento de surferos. Dake llevaba un neopreno azul y negro, tenía el pelo rubio de punta con alguna mecha negra, era esbelto.
-Yo me llamo Dakota, si lo se, nuestros padres no fueron muy originales buscando nombres. Dakota en cambio, que su gemelo Dake parecía más intelectual que él. Ella era una copia de Dake pero en chica, lo único que ella era algo mas baja que él.
Me preguntaron si quería surfear con ellos, pero les dije que no sabía asi que nos quedamos hablando en la arena.
-Y como es eso de que hay olas en un lago?- Dije curiosa
-Este lago esta protegido por Poseidón, este lago genera olas mágicas y además cuando alguien tiene una herida no muy profunda, con sumergirse en el lago le bastará para que se le cure. Cada vez el COM me interesaba más. Después de estar media hora hablando juntos, un hombre habló desde una megafonía:
-Por favor que el representante de cada cabaña que acuda al edificio principal.- Dijo un hombre con una voz de hombre algo mayor.
-Bueno tengo que irme chicos.- Dijo Dakota. Soy la representante de la casa de Poseidón, además Amanda, ahora que lo pienso, no tendrás que venir tu también? Ya que Austin no está y es el representante de la cabaña de Afrodita.
-Emm, pues no se, supongo...- Le dije mientras jugaba con mi pelo.
-Pues será mejor no arriesgarse, sigueme hasta el edificio principal.
Caminamos juntas hasta el edificio principal, que era donde me había despertado el día anterior. Al entrar había una mujer sentada detras de una mesa, con un cartel en el que ponía: Recepcion.
-Venimos por lo de la reunión, soy la representante de la cabaña de Poseidón.- Se señaló a sí misma. Y ella es la representante de la cabaña de Afrodita.- Me señaló
-Claro dijo la amable recepcionista, subid por aquellas escaleras.- Mientras señalaba a unas escaleras que le quedaban a mano derecha.
Cuando me fijé bien en la recepcionista, me di cuenta de que tenía 6 brazos y mientras nos señalaba las escaleras, estaba ordenando también unos folios que tenía allí cerca.

Cuando subimos entramos en una sala en la que ponía: Reuniones
Entramos y todos estaban esperando por nosotras.

Fin del Capítulo 4

Espero que os haya gustado este capítulo y ya sabeis votad y comentad. Nos leemos :D

La Sangre de OroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora