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Le quiero.

Se despertó sobresaltada y con el corazón latiéndole desbocadamente. Una pesadilla, era solo eso; se repetía una y otra vez parpadeando para desaparecer las imágenes.
Una gota de sudor bajaba de su frente y la seco. A los minutos ya casi no recordaba nada de ella, como siempre. Suspiro y vio la hora: 4:00 pm, había dormido casi 8 horas.
Se levanto y se quedo sentada mirando un zapato de Gale recordando lo sucedido hoy. Nego con mi cabeza bloqueando el recuerdo y bajo a la cocina por un vaso de agua, donde Gale estaba viendo la televisión.
Se sobresalto al verlo ahí tan sereno. ¿Llegó temprano hoy?

–Hola, ¿a que hora llegaste?–Le pregunto bajando las escaleras con cuidado y el volteó a verla.

–Hace como una hora subí al cuarto y te vi dormida, no té quise despertar.–Respondió encogiendose de hombros y volvió a mirar el televisor.

Hizo una mueca, hubiera querido que la despertara.
Al tomar el vaso con agua se dirigió a el con paso lento. Quería sentarse con él, pero no sabia si eso lo irritaria y se iría de la casa o al cuarto.

–¿Que pasa?–Frunció el ceño Gale volviéndola a mirar con el control en la mano.

Ella se sonrojo y evito su mirada dando la vuelta y subiendo a el cuarto, se comportaba como una adolescente cuando ya tenia más de veinte años, se avergonzaba de su comportamiento a veces.

–Puedes sentarte conmigo Regina, me ves como si te fuera a golpear si lo haces.–Rodó los ojos y palmeo a su lado invitándola a sentarse.

Se acerco y se sentó junto a él un poco tensa, se sentia completamente ridícula en ese momento.

–¿Qué haces?–Preguntó él viéndola.

–Nada, ¿por qué?–Respondio dejando el vaso en la mesa de centro.

El la tomo del brazo y se pego a sus labios para poder besarla. No entendía que estaba sucediendo en ese momento e incluso no quería pensar porque el de pronto quería pasar a cosas más íntimas, pero estaba feliz.

Las cosas se subieron de tono, acabaron en la habitación y perdió la noción del tiempo dentro de ella. Su cuerpo estaba bañado en sudor y la respiración de Gale era rápida y entrecortada, de pronto el lugar tuvo una temperatura alta y muchos sonidos salían de la boca de ellos dos.

Entre el ambiente, los besos, el sentir sus manos en su cuerpo la hicieron llegar a decir la cosa más estúpida que se le podía haber ocurrido en ese momento.

Te amo.

Su cuerpo tembló al decirlo, su mente no proceso lo que acababa de soltar y solo dejó llevarse por lo que Gale le estaba haciendo sentir.
Esperaba en ese momento una respuesta, aunque dijera que no, lo hacía. Dentro de su corazón quería que él le respondiera que también la amaba.

Pero él no respondió, solo siguió con lo que estaba haciendo desde que entraron a su habitación.

Y se sintió muy estúpida.
Se sintió muy triste, bastante ingenua debía decir, no sabia cómo había llegado a pensar que el lo haría.
Aunque en su defensa, los hombres estando calientes muchas veces dicen cosas sin pensarlo. Tal parecía que este no era el caso.
Quería pensar que solo era un acostón con alguien idiota para no sentirse mal, pero sabía que arriba de ella estaba su esposo y la persona que amaba desde hace años y que ahora el ya no la quería.

Se trago sus lágrimas para poder conservar la poca dignidad que le quedaba en la vida.

Infiel » editandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora