Harry Potter //Final alternativo

La profecía y batalla de Hogwarts...

El cuerpo y los ojos doloridos de Harry observaban con tristeza el pequeño frasco que antes contenía las ultimas lagrimas de Snape. Temblaba entre sus dedos sucios de mugre en el despacho de Dumbledore, justo frente al pensadero del cual acababa de sacar la cabeza. Sin embargo, el sólo podia pensar en el cuerpo inmóvil de Severus Snape que minutos antes yacía sin vida a sus pies.
Quería llorar, sentía un inmenso dolor al saber que todo lo que a su al rededor sucedía era su culpa y el apenas se enteraba de la realidad del asunto.
Todo por no haber muerto en aquel momento, al igual que sus padres. Por el error de haber nacido...

Por el...

-Han luchado con valor.-la voz de Lord Voldemord retumbó en las paredes y el suelo, y por enésima vez el miedo llego a un nivel que podría considerarse inalcanzable en el cuerpo de cada bruja y mago del lugar. -Les dare una hora para que entierren sus muertos y atiendan a sus heridos. Pero me dirijo a ti Harry Potter...

Se hizo el silencio provocando que las palabras y el nombre pronunciado con asco se haga eco en el lugar. La voz explotó nuevamente:

- ¿Dejaras que sigan tus amigos muriendo por tu cobardía? Por no darme la cara personalmente. Ven conmigo al bosque prohibido y todo acabará , de lo contrario iré yo mismo a por ti y no solo morirás tu Potter...

La risa horrorosa de Voldemort le recorrió la columna enviando un escalofrió que se adueño de su cuerpo y convulsiono en su cabeza justo donde la cicatriz brillaba, pero no le alcanzo el tiempo para encogerse de dolor o quizás para gritar; la puerta del despacho donde se encontraba se abrió dejando ver el revuelto y rojizo pelo de los gemelos, que estaban montando guardia por todo el largo rato que Harry estuvo metido en el pensadero viendo los recuerdos de Snape. Fred fue el primero en hablar:

-Todo esta calmado fuera Harry, solo tenemos que sacarte de aquí. Sé que podemos lograrlo.- Su voz era pura angustia.

George asentía a su lado mientras su hermano hablaba y miraba hacia atrás para cubrirnos las espaldas de cualquier cosa que pudiera aparecer.

-No Fred. Creo que... debo pensar unos minutos. Ustedes deberían ir a ver si sus familiares están bien.

Los gemelos lo observaron con tristeza o quizás intentando comprender, pero no se opusieron y cerrando la puerta tras ellos dejaron a Harry con un millón de cosas por organizar en su cabeza, una decisión que tomar y muy poco tiempo.
El chico avanzo unos pasos hasta llegar a la silla que se encontraba justo detrás del amplio escritorio de cedro donde tantas veces había visto a Dumbledore sentado. Su muerte seguía siendo tan dolorosa que arañaba sus entrañas y le provocaba arcadas de solo pensarlo, pero ahora que sabía la verdad escondida detrás de todo, podía comprender mejor su partida. Aunque no por esto dejaba de ser igual de doloroso...

Al momento de dejarse caer por el pensadero, descubrió como Snape había amado a Lily (su madre), y como tuvo que presenciar su cuerpo muerto. Vió como se llevo al pequeño "él" con solo un año de edad para protegerlo como muestra de su eterno amor hacia Lily. Y sintió un profundo afecto hacia el profesor al observar que todos estos años de agonía y dolor oculto había estado simplemente intentando protegerlo. Como todo era un plan perfectamente estructurado entre el y Dumbledore. Pero esto no fue lo mas sorprendente, lo que encogió el pecho de Harry hasta desmoronarlo y convertirlo en trizas fue lo que le dejó dentro del pensadero. Dentro del recuerdo del profesor vio como el reconocía su propia muerte.

Snape se hallaba de pie con su tunica negra rozándole los talones con el movimiento de la brisa que entraba por el salon, que en ese momento al parecer era el pasado invierno, por la cantidad de nieve que se acumulaba en las ventanas. Frente a el, la profesora Trewlaney repetía que algo era peligroso, y que podría resultar horrible si otra persona lo conseguía.