☆Nada Es Imposible☆

☆Episodio 11☆

Mi madre vino a visitarme apenas desperté. Estaba parada frente a mi cama observandome.

Tal vez pensando << Como pude crear a un monstruo así.>>

Intenté moverme y apenas pude sentarme en la cama sin gemir de dolor.

- Hola madre.- Dije mirándola detenidamente.

Parecía sobria. Algo que nunca podía dejar: tomar.

- Hola Nora. Me enteré de todo.- Sepultó en el silencio de la habitación.

- ¿ A que vienes? ¿ A ver cómo me arrastró hasta el último segundo de mi vida? Me quedan sólo..... no se.... ¿ Tres horas?
¿ Más? ¿ Menos?- Respondí sollozando.

Ella se acercó a mi rápidamente y tuve la impresión de que me tomaría del cuello y me estrangularia o algo así, pero no. Ella me abrazó.

- Lo siento mucho. Lo siento. No quise que tú destino fuese este. No lo quería.- Dijo sin parar de gritar y sin soltarme.

No se porque, pero sentí que ese abrazo era de una madre que amaba a su hija, pero eso no era así y me lo había dejado claro.

- No puedes morir. Temía que esto llegará a pasar.- Continuó sin soltarme.

La quite como pude y la miré a los ojos.

- Ahora tendrás que vivir con eso. Te dolerá y lo sé. Pero ese será tu castigo. Nunca podré perdonarte, pero puedo saber que eres mi madre.- Sentencie.

Ambas nos abrazamos.

El malo de la historia había acabado como los MALOS DE LA HISTORIA.

Un final entendible.
______________

La puerta se abrió lentamente cuando Donovan me ayudaba a sentarme en la silla de ruedas.

Sabía quién vendría después de mi madre, Eric.

Donovan dirigió la silla de ruedas hacia la puerta donde él se encontraba nada más que Eric.

La persona con la que fui feliz un tiempo. La que alumbraba mis días oscuros. La persona con la que me sentía cómoda.

Ambos sonreimos y no se como ni porque pero corrí hacia él sin pensar el dolor y el esfuerzo que conllevaba eso.

Eric me atajó y logramos basarnos.

Lo necesitaba y él a mi.