Esa noche, el grupo de amigos integrado por Mía, Sol, Drake, Jason y Fred se habían juntado en la casa de la primera -ya que sus papás trabajarían hasta tarde- para ver una película de terror. Se conocían desde hace milenios, y siempre habían tenido la costumbre de, cuando las cosas se complicaban en sus respectivos colegios, se reunirían para ver una película, para estar juntos una vez más antes de que se tuvieran que encerrar a estudiar para la secundaria.
De a poco fueron llegando, uno por uno, y luego de un gran debate, una película de terror salió victoriosa. Y, aunque no todos estaban de acuerdo, la mayoría ganó.
Mía se encargó de las palomitas, Fred de llevar unas mantas para taparse, Sol de poner dicha película y los demás tomaron almohadones de otras habitaciones para ponerlos en el piso, ya que no entraban todos en el sillón. Se acomodaron en sus respectivos lugares, ya estaban acostumbrados a la elección: Sol abajo, junto a Drake, y los otros tres en el sillón.
Como era costumbre, hablaron mucho durante la película, entre ellos, pero, al comenzar la acción, casi no podían respirar. Grandes efectos especiales, parecían tan reales. La trama era una de sus favoritas: adolescentes alejados de la ciudad, solos, en una cabaña en el bosque, con un psicópata entre ellos. En aquel momento, se encontraban en la parte donde el asesino los había encerrado en un laberinto de espejos, en el parque de diversiones abandonado el cual habían ido a investigar. Finalmente, Fred grito "¡no entres allí!" cuando uno de los protagonistas estaba a punto de entrar en la puerta espejo que lo llevaría a su muerte. Lo más terrorífico de la escena fue cuando el personaje alejó la mano de la manija y susurró:
-¿Quién dijo eso?
ESTÁS LEYENDO
¡Ayúdame!
HorrorCada vez que miras una película de terror le gritas al personaje que no entre allí, que corra, lo que sea para salvarlo, ¿verdad? Pero, por supuesto, siempre hacen lo contrario a lo que le indicas. Y... ¿si el protagonista en peligro pudiera escuch...