1."-Excelente, al parecer moriré ésta noche."

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-¿Quién dijo eso?-volvió a repetir, ésta vez un poco más alto.

-¿Qué está pasando?-preguntó Sol, confundida.

-Debe ser una idea del director de la película.-sugirió Drake.

-¿Película? ¿Es otro juego del psicópata?-dijo el protagonista tapándose los oídos.- ¡Para! ¡No nos hagas esto! ¡No nos mates, por favor!-comenzó a suplicar.

-¿Nos puedes escuchar?-comenzó Mía, parándose, algo temblorosa.

-¿Qué haces?-Fred tomó de la mano a ésta.- Es una estrategia.

-¿Se supone que él sabía que Drake iba a decir eso? ¿No es algo raro? Déjame intentarlo.-dijo, soltándose del agarre.- ¡Hey! ¿Me escuchas?-gritó, para que, aún con las manos en sus orejas, pudiera oírla.

-¿Quién fue?-las lagrimas comenzaron a salir de sus ojos- ¡Déjanos tranquilos!

-¡E-estamos aquí para ayudarte!-tartamudeó Sol.

-¡Oh, gracias a Dios! ¿Dónde están? ¡Por favor, ayuda!

-No... No podemos ir, sólo nos puedes escuchar, si nos haces caso, saldrás vivo de ésta, amigo.-aseguró Jason.

-¡No puedo creerles! ¡Seguro están dentro de mi cabeza! ¡Me estoy volviendo loco!-volvió a su posición anterior, para no escuchar nada más.

Cuando Mía iba a abrir la boca para contestar, la cámara cambió de mirada, y de pronto se encontraban nuevamente con el psicópata, a punto de abrir la puerta que separaba al protagonista de su final. Un escalofrío recorrió la columna de todos. ¿Realmente él los estaba escuchando? ¿Podrían salvarle la vida? En un abrir y cerrar de ojos, volvieron a ver al muchacho asustado.

-¡Corre! ¡Si te quedas allí morirás!-gritó Fred, el primero en recobrar el aliento luego de la aparición del asesino. Y éste lo hizo. Se alejó lo suficiente para que la puerta no cayera sobre él, pero seguía en peligro.

Los cinco amigos eran expertos en películas de terror. A pesar de que algunos la pasaban mejor que otros al mirarlas, todos sabían las típicas trampas, y solían poder identificar que pasaría. Por esto, cuando Sol vio de que el arma del villano en aquel momento se trataba de un hacha, gritó:

-¡Agáchate!-y al seguir sus instrucciones, el protagonista logró no morir con el hacha clavado en la nuca, simplemente rompió unos de los espejos que se encontraban delante. Deberían memorizar eso: el asesino tenía una puntería perfecta. Al quedar sin arma, éste decidió desaparecer de la escena, doblando por un pasillo cuando tuvo oportunidad.- ¡Estás fuera de peligro!-añadió. Él paró de correr, y cansado, se apoyó contra la pared jadeando.

-Probablemente te ataque en una nueva intersección más adelante.-sugirió Jason.- Dinos, ¿a quién tenemos el placer de salvarle la vida hoy?-intentó bromear, aunque nadie rió.

-Mi nombre es Bill, pero todos mis amigos están aquí atrapados. ¡Deben ayudarlos!

-Lo haremos... Sólo que en ese momento no estaremos para ayudarte a ti.-dijo Sol.

-¿Me pueden explicar cómo se supone que funciona esto?

-Mira, no tienes mucho tiempo.-Fred empezó a hablar de prisa, para que la conversación acabara lo más rápido posible.- No podemos explicarte ahora qué está pasando. Sólo debes saber que a veces estaremos y a veces no, es decir, no estaremos contigo. Sería como si pasáramos a ver a otro de tus amigos. No preguntes por qué.-agregó, cuando vio que Bill iba a abrir la boca.- Cuando no lo estemos, asegúrate de mantenerte con vida, porque volveremos.

-¿Al menos puedo saber quiénes me están ayudando?

-Un grupo de adolescentes.-respondió Mía.

-Excelente, al parecer moriré esta noche.

-Primero, tú también eres joven, sólo que en vez de tener dieciséis como nosotros tienes viente. Y no te pongas sarcástico que si apagamos la televisión, te dejamos a tu cuenta.

-¿Si apagan qué?

-Nada.-se apresuró a responder Fred.- No sé cuanto tiempo tenemos juntos, pero mantente siempre alerta, cuidado con las intersecciones para doblar, pasa siempre lo más rápido que puedas, el podría encontrarse allí, ¿entendido? Intenta mantenerte en movimiento si es que nos vamos, si dejamos de hablar. No dejes que los espejos te agobien, están allí para ello.-Bill asintió. Y, como si el tiempo estuviera contado para sólo esa conversación, los amigos cambiaron de perspectiva, para ver a una muchacha rubia, encerrada en un cuarto cubierto de espejos, gritando. En un examen visual se dieron cuenta que aún no estaba herida, pero que, si la enfocaban a ella, es porque algo pasaría. Al menos Bill estaría a salvo.

-¡Pon pausa!-gritó Sol. Y Drake, que estaba más cerca del control remoto, lo hizo.- Lo lamento, es que esa chica allí encerrada... Es casi imposible salvarla, y me estezó la escena.

-En realidad es perfecto. Podemos pausar la película y pensar antes, para luego salvarlos.- la felicitó Jason.

-Podríamos comenzar hablando de qué está pasando, ¿no les parece?-sugirió Mía, en su tono de "obviamente chicos, es lo más importante."

-¿Nunca imaginaste cómo la pasarían los personaje de la película dentro de ésta? No los actores, los personajes que dejan dentro. Viven lo que deben vivir, pero en la vida de éstos es tremendo, imagina morir en las manos de un psicópata.-todos tuvieron una imagen mental desagradable por las palabras de Fred.

- No, nunca lo había pensado.-comentó Drake.- Claramente tu eres el rarito del grupo.-allí, todos rieron.

-Lo que digas.-murmuró.- Pues bien, para mí está pasando eso, y de alguna manera nos pueden escuchar. No sé el por qué de lo último, pero mi teoría de por qué tienen tanto miedo es que son los personajes dejados atrás por los actores.

-Bien, entonces, si apagamos la televisión, su sufrimiento cesará, ¿verdad?-sugirió Sol.

-¿Cuantas veces has pasado por ésta situación? ¡Ninguna! ¡No puedes perder la oportunidad!-saltó Drake.

-Es verdad.-coincidieron Jason y Mía a la vez. Fred no estaba muy seguro, se lo veía en su expresión, hasta que...:

-¡Yo no soy el rarito del grupo!-soltó. Todos rieron nuevamente.

-Ya, déjalo. Estamos en otra cosa ahora.-Mía hizo una pausa.- Pensemos, es tan sólo una película con una cualidad algo extraña, ¿verdad? No pasa nada si nos divertimos un rato, no le haremos daño a nadie.

-Es un buen punto...-los rostros de todos comenzaron a cambiar: los que ya estaban seguros, se emocionaban más, mientras que los indecisos se inclinaban hacia aceptar.

-Además, al final de la película podremos saber si nos estuvieron tomando el pelo o qué.-agregó Drake, respaldando a Mía.

-Hagámoslo.-accedió Sol. Los demás asintieron.

Drake tocó el botón para que la película siguiera. Se sorprendieron cuando, en vez de encontrarse con la escena en la que la habían pausado, vieron a la rubia allí muerta, sin sus extremidades. La sangre invadía el lugar, y la luz de sus ojos se había ido no hace mucho. Volvieron a caer en un silencio, en un aire, en el que el miedo se respiraba. El arma que había hecho semejante daño se trataba, sin dudarlo, de un hacha afilada, por sus cortes. Lo más impresionante de todo era el efecto de los espejos, te sentías rodeado por aquella muchacha.

-¿Qué fue eso?-preguntó con poco aire Mía.

-Al parecer que pausemos la película no implica que se pause lo que viven los personajes.-explicó Fred. Él siempre con las hipótesis que no quieren ser escuchadas. Con mucho cuidado eligió sus palabras:- Tal como si fuera la vida real, no se puede para el tiempo.-agregó, para luego tirarse en el sillón, conmocionado.

-Y, lo peor de todo, es que él ya tiene su arma de vuelta.-agregó Sol, para acomodarse al lado de su amigo.

-Ésto será más difícil de lo que pensamos.-aseguró Drake, y nadie puedo estar más de acuerdo.

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