Capítulo 4: Ahora que todo parecía estar bien.

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Capítulo 4 Ahora que todo parecía estar bien.

POV SEMPAI

Una extraña voz me llamaba señorita Tatsumi como vagamente en medio de mi sueño, cuando abrí los ojos solo pude reclamar que me nombraran como mujer ya que a pesar de mi cuerpo no corresponda con lo que soy, nunca he dejado ni dejaré de ser un hombre. Al reaccionar completamente, sólo quería salir del lugar, pues Morinaga estaba ahí con cara de preocupación, cosa que simplemente me dejo de importar, ya que no quiero que piense más en mí ni en el bebé que tengo dentro de mí, a razón de que no quiero volver a verlo nunca más. Fue cuando le dije al traidor:

— ¿Te lo dije no? Podías seguir tu camino tu solo y yo podría con esto, pero querías quedarte... ¡Eres un imbécil! No quiero volver a saber de ti, para mí y para este bebé tú estás muerto.

— No hagas esto por favor, yo no quería causarte un disgusto y por eso oculté todo, yo no quiero estar con nadie más que contigo.

— Ya deja de mentir que yo te vi, nadie estaba obligándote a hacer nada.

— Yo lo obligue. — respondió el estúpido cantinero.

No podía creer nada de eso, ese tipo estaba cubriendo las acciones de Morinaga, todo es una gran mentira seguramente estaba buscando un remplazo para lo que yo fui.

— ¿Qué estupideces dices? Se notaba que lo hacías por tu voluntad, reconócelo de una vez, querías ver si encontrabas algo mejor. Sí, es verdad, a mí tampoco me gusta ser una mujer, pero lo soy, y tú eres un hombre gay. ¡Maldita sea Morinaga! Solo deberías haberme dicho que querías intentar estar con otras personas y yo me habría hecho aún lado.

— ¿Yo soy el único que miente? Tu tampoco me puedes decir las cosas, me drogaste y abusaste de mí apropósito, luego me llevas a embriagarme para tener sexo, lo que quieres no tienes el valor de decirlo.

— Tú también abusaste de mí y terminé perdonándote no recuerdas, de cierta forma fue culpa tuya que bebiera eso, te acepté y te pedí quedarte conmigo.

— Es cierto, pero en todos los malditos años que tenemos juntos nunca me has dicho que me quieres y mucho menos que me amas, a pesar de eso me tienes aquí disculpándome. En serio discúlpame, es cierto, lo besé porque necesitaba saber si lo nuestro es costumbre, ¿sabes que descubrí? Que no es así, cuando te beso siento latir mi corazón emocionado, siento una unión indescriptible contigo así seas hombre o mujer no me importa. ¿Nunca te preguntaste que sería para ti hacer lo opuesto e intentar algo con una mujer?

Sus palabras llenas de verdad me tocaron, varias veces llegue a pensar lo que sería conocer a una mujer, sin embargo él complacía cada aspecto que yo necesitaba sin importar que fuera un hombre, asimismo aguantaba mi mal carácter volviendo a mí todas las veces suplicante por mi perdón, aunque yo fuera el causante del problema. Realmente no sé si lo amo, nuestro hijo crece sin saber si yo estoy enamorado de su padre, a veces también he creído que todo esto es costumbre, pero al mirarme en sus ojos imagino que algo dentro mí brilla como si él pudiera verlo. No imagino que sería si nos separamos, que en verdad me sentiría tan mal; no obstante si el ya no me quiere, sé que el bebé será la única cosa que me dará la fuerza para hacer las cosas bien.

Una ambulancia llegó por mí pero yo preferí ir en taxi, no soy ningún lisiado, ni moribundo, sin embargo al estar en la sala de espera comencé a reflexionar sobre las cosas que venían en los libros sobre abortos espontáneos y demás cosas malas que pasaban con las embarazadas que reciben impresiones o disgustos muy fuertes. Acaricié mi abdomen pensando en la diminuta vida que se gesta, a mí lado se encuentra el mentiroso y poco confiable Morinaga, que ha logrado atormentarme y a la vez hacerme entender que de cierta forma tiene razón, pues nunca hemos delimitado nada sobre nosotros y esto que tenemos; más a pesar de todo estoy seguro que es la persona ideal con la que comparto mis secretos más escabrosos. Lo miré lleno de angustia, sus ojos miraban al suelo con gran preocupación, la vergüenza por sus acciones no le permitían mirarme a la cara, quizás podía ser verdad que fue obligado a tener citas y es beso fue todo lo que hizo, entonces hablé para relajarme un poco preguntando la cosa que él mismo seguramente está pensando:

IMPOSIBLE PERO ES VERDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora