CAPÍTULO 2: UN NUEVO INICIO
Llegando a casa de Matsuda...
—Sou-kun que gusto verte, tenía tanto tiempo que no nos visitabas. Kana-chan no debe tardar en llegar del trabajo, le dará tanto gusto de verte. ¿Dime como están tú y Morinaga-san?
—Todo bien tía, las extrañaba, tanto que me quedaré un par de días.
—Por supuesto, sabes que esta es tu casa.
PDV MORINAGA
Cuando salió del consultorio parecía algo perturbado, pero no debe ser nada. Luego lloriqueó un poco y lucía tan nostálgico. Se comportaba tan anormal que incluso en la mesa con sus extrañas preguntas, me dejaba perplejo. Seguramente todos estos cambios se debían a que su cuerpo es el de una mujer; aunque verlo partir unos días con su tía me intrigaba demasiado.
Me sentía algo extraño esa noche que se había marchado, por alguna razón nuestra unión parecía perfeccionarse, cosa que me molestaba puesto que cuando fuimos dos hombres no ocurrió de esta forma. Preparé la cena para mí y no tenía ganas de limpiar la mesa de la cocina, solo deseaba descansar para no pensar en él.
Algunos días pasaron y a pesar de que salía a platicar con Hiroto lo extrañaba tanto, ciertamente había dejado de importarme que fuera mujer, yo requería su compañía. Me pregunto ¿Cuántos días estará en casa de su tía? Anhelaba llamarlo, sobre todo después de soñar con él y sus tiernos besos, pero seguramente se molestará por interrumpirlo y convendría olvidar estos pensamientos inusuales. Muchas ocasiones que imaginaba su compañía, me molestaba el hecho de que cuando estamos juntos siento esta confusión y no puedo evitar desearlo. Esa vez en el baño acabé penetrándolo y disfrutando algo que no debería. Unos días más me harán dejar de pensar en ella como si fuera él.
Cinco días pasaron y algo me quemaba por dentro, sin poder evitarlo entré a su habitación y me recosté en la cama para percibir su dulce aroma. Algunas lágrimas salían de mis ojos, no quería estar más tiempo alejado de él, de ella, lo necesito tanto aunque sea una mujer; inclusive tengo ganas de... No me importa, creo que llamaré a su celular para saber qué día vuelve.
Al pararme recordé que no había limpiado a conciencia la mesa de la cocina, solo había levantado algunas cosas, quizá hacer eso me haría olvidarme de todo. Cuando movi el envase de la pimienta, justo detrás observé una hoja de papel doblada por la mitad con unas letras grandes que decían "MORINAGA".
Lo agarré lleno de una completa preocupación, mi corazón se aceleraba atemorizado de lo que diría, ya que sempai nunca había hecho algo así. Todas las cosas me las había dicho directamente. La hoja era una carta, la cual leí nerviosamente:
Para Morinaga:
Nunca he intentado molestarte, siempre di por hecho tu compañía y de verdad deseaba que estuviéramos juntos, por eso te pedí quedarte conmigo; cosa que has cumplido todos estos años, los cuales han sido los mejores en toda mi vida. Creo que es mi deber decirte algo que jamás pude reconocer a razón de todos los prejuicios de mi corazón. Más ahora que tú me has aceptado a pesar de todo, debo decírtelo. Es posible que todos estos años estuve de alguna forma enamorado de ti, seguramente este hermoso sentimiento me ayudará a ser un mejor padre para el bebé que crece dentro de mí. Estoy embarazado, sin embargo no necesitas hacer nada, ni sentirte responsable de ninguna cosa, es culpa mía yo te drogue aquella vez y tú no me guardaste ningún resentimiento, cosa por la que estoy agradecido. Sé que no quieres tener hijos, por ello yo puedo hacerlo sólo, tengo los recursos para vivir tranquilamente. No te preocupes por nada, estaremos bien, te dejo libre para que seas feliz al lado de alguien que cumpla tus expectativas.
ESTÁS LEYENDO
IMPOSIBLE PERO ES VERDAD
FanfictionEs una historia totalmente extraña, que transgrede los límites del yaoi. Morinaga y Souichi han vivido muchos años juntos, sin formalizar su relación. Un hecho totalmente increíble los hace invertir los papeles para ponerse en los zapatos del otro y...