Cartas de un anónimo enamorado [l.s]

40: La operación [Narrado]

[ Canciones para el capítulo:
·Change My Mind - One Direction
·Amnesia - 5 Seconds Of Summer
·Right Now - One Direction
·Don't Forget Where You Belong - One Direction
·Love You Goodbye - One Direction

Disfruten... ]

Mordi mis uñas una vez más, ya era casi cuatro horas de que había llegado con Harry, su hermana, y su madre aparte de los chicos, aquí.

El entró pacíficamente, y recuerdo al menos sus últimas palabras antes de que entre a la sala.

—Harry, tengo miedo. Te quiero mucho, y me caes muy bien, no quiero perderte. —Dije haciendo un puchero antes de verlo sonreír. También me abrazo.

—Tampoco quiero hacerlo y espero que alguien tenga la certeza de quizás hacerme vivir para poder seguir a tu lado. —Me dijo en un susurro, mirándome a los ojos después de aquél abrazo. Sus ojos estaban aguados, y su voz estaba algo quebrada.

—Louis... ¿Estas llorando? —La voz sorprendida de Zayn me hizo volver de mis recuerdos. Lo miré antes de tocar mis mejillas y confirmar que sí,  si estaba llorando.

Tal vez era la impotencia que sentía,  lo importante que el era para mí o quizás pensaba en lo triste que sería perderlo.

—Si, estaba llorando. Me siento tan mal. —Admiti en un susurro.

—Oh, esta bien. Yo solo quería decirte si te vas con nosotros, su hermana se fue a estudiar a su casa y nosotros tambien tenemos que volver a las nuestras. ¿Vienes? —Preguntó,  y me di cuenta que efectivamente Gemma ya no estaba en la sala.

—No, tranquilo. Yo me quedaré,  adiós. —Los saludé con el puño a cada uno antes de correrme al asiento al lado de la madre de Harry, Anne.

— ¿El vivirá, cierto? —Pregunté con temor a Anne cuando los chicos ya se habían ido.

Ella abrazó mis manos con las suyas, entrelazandolas —Ojalá sea así, cariño. Ojalá sea así. —Susurró llorando.

(...)

Comí otra papa frita de la bolsa de snacks sin pudor, y con algo de sueño. Quería demasiado a Harry, pero yo ya me estaba muriendo de aburrimiento esperándolo.

Anne estaba a mi lado leyendo una revista, y tratando de no dormirse aunque se notaba lo cansada que estaba. Bosteze, y Anne puso sus ojos en mí.

—Ve a casa, Louis. —Dijo con suavidad acariciando mi mejilla dejando a un lado su revista.

—Pero, usted...

—Yo estaré bien, ve. —Me interrumpió—. Tu madre debe estar preocupad. Aparte debes dormir, yo mañana no trabajo y podré descansar. Prometo llamarte si se noticias de Harry, tu tienes que comer, asearte..., ve a casa, Lou. —Ordenó suavemente con una ligera sonrisa, algo de su suavidad me recordaba a Harry.

Y por eso accedí,  porque Harry podía convencerme fácilmente.

—Esta bien, señora Anne. Adiós. —Besé su mejilla pero antes de irme ella me sonrió llamándome.

—Esta carta..., Harry me pidió que te la entregará,  toma. —Me extendió un sobre, y lo tomé con una sonrisa antes de despedirme de ella, y tomar rumbo a mi casa sin haber dejado de pensar en Harry en ningún momento.

Al llegar a mi casa me duche, comí con mi familia y luego subí dispuesto a darme una buena noche de sueño pero entonces vi ese sobre que me había dado Anne en mi mesa de escritorio y no pude no acercarme a el.