*CAPÍTULO. 1. VIVIR COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA*

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<<Primer día del tercer trimestre. Faltan tres meses para el torneo>>,
pensé en ese momento, mientras soltaba un largo suspiro de emociones, detenida Justo en frente de la puerta del colegio.
Estaba más entusiasmada de la gincana que de los exámenes finales y pasar a bachillerato, ¡Y mira que era raro!

Eran las siete y veintidos  minutos  de la mañana. Las clases empezaban a las ocho,  pero cada Lunes me gustaba ir siempre más temprano  para poder echarle un vistazo a las nuevas colecciones de libros que el señor Smith traía consigo.

Además,  allí siempre veía a algunos de los nuestros. Como por ejemplo a Lucas, que hoy precisamente estaba leyendo un manual de cómo construir un control remoto. Primer día y ya estaba currando. ¡Así somos en nuestro grupo!

Entré y saludé al señor Smith con una sonrisa.
Me dirigí hacia donde estaba Lucas y me senté con él.

-Hola Einstein, ¿Qué tal la semana santa? -Saludé cariñosamente mientras le revolvía el pelo de manera inesperada-.
Einstein era la manera cariñosa que teníamos de llamarle.

-¡Anda! hola Tara. -Saludó muy contento mientras hacíamos nuestro saludo especial-. ¡Genial! ¡Te tengo que enseñar una cosa maravillosa para el trabajo de tecnología! 

-Vale. Pero la profesora nos dijo que habláramos con Diva. ¡Qué no va a hacer ni el huevo!
-Protesté-.

-Bueno pues hacemos como siempre. Ponemos su nombre en el PowerPoint y lo terminamos nosotros dos. Da igual. ¡Esa tía es un puto coñazo!

-sí, ¡pero yo ya estoy cansada! Luego son ellos los que se llevan el mérito.            -Afirmé molesta-. No podemos seguir así. ¿Algún día les tendremos que plantar cara a esos matones no?

-Yo no quiero discutir. ¡Y menos con Diva! Nos callamos y punto. Es solo un trabajo que apenas cuenta un 50% de la nota...

-¿Estás loco? Llevamos callándonos todo desde que empezó la E.SO. ¿Qué pasa? ¿Qué cuando llegue la hora de participar en el concurso,  también vamos a ser igual de blandos? -Le chillé nerviosa-.

-bueno tranquila. Es el primer día y ya estás pensando en eso. ¡Cada vez te pareces más a Marta!

Preferí dejar la conversación para otro momento, y olvidarme de la continua presión y abuso que sufríamos los "brainers"  todo el tiempo. Constantemente me ponía muy histérica al hablar de los "swagies" y la maldita gincana.

Para relajarme, Saqué mi manga de la mochila y me puse a leer. Enseguida se me pasó el cabreo un poco. Lucas miró  y me cogió la mano preguntándome:

-¿Estás bien?

-Si, gracias. -Asentí incómoda mientras separaba mi mano de la suya -.

Desde que empezamos a ser amigos,sabía que él sentía algo por mí.
Por desgracia yo no sentía lo mismo. Yo necesitaba a alguien que me protegiese, que tuviese más picardía... Alguien que me defendiera, que me protegiese...
A Lucas hay que cogerle en brazos cuando pasa una cucaracha por su lado...

Nunca paraba de fantasear. Aseguré que ya no haría más caso a los chicos. Soy muy enamoradiza y prestarle demasiada atención al amor me puede desconcentrar de mis estudios como dice mi padre. Sin embargo, soñaba con tener a un príncipe azul algún día. Quizás en la universidad estudiando medicina, en una cafetería de Nueva York, o en un salón manga... ¡¿Quién sabe?! Esas cosas son inesperadas.

(RING!,RING!) suena el timbre que anuncia el comienzo de las clases.

Media hora más tarde todos ya estaban otro día más en clase. Me alegraba ver unas caras. En cambio a otras, ¡ni de lejos!

FOREVER Y NEVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora