FOREVER Y NEVER

<Capítulo 6. EL AMOR NI SE COMPRA NI SE MENDIGA>

-¡Lucas! ¿¡Qué demonios haces llevándome al baño de tíos !? ¡Va a comenzar la clase, vamos! -Dije molestamente mientras intentaba esquivar la situación-.

Lucas me agarró del brazo antes de que yo pudiera hacer nada, y escaparme.

-No puedo más Tara, voy a explotar. Y si no te lo digo otra vez reviento.

<¡CUÁNTAS VECES MÁS QUERÍA DECÍRMELO> Pensé.

-Pues me lo dices luego. -Solté incómodamente mientras apartaba mi brazo de su mano y me dirigía a la salida-.

-Tara no, ¡Por favor espera! -Suplicó balbuceando-.

En ese momento me paré en seco, terminando de ceder. Suspiré cansada. Me di la vuelta lentamente, preparada para lo que ya sabia que iba a pasar. Ya me lo esperaba de él, y no era nada nuevo.

Lucas me dio un leve empujón hasta que terminó de meterme de nuevo en el fondo de los baños.
A continuación entrecerró la puerta, y se acercó tanto a mí, que podía notar su agitada respiración, y sus aceleradas pulsaciones. Me cogió de las dos manos temblando y sudando, y clavó su mirada en la mía durante unos largos instantes que se hicieron eternos, sin decir nada. Se calmó, y por fin se atrevió a hablar.

-No puedo seguir con esto Tara. Eres irresistible para mí, y cada día que pasa se me hace más duro y raro estar a tu lado, sabiendo que nunca podré saborear esos jugosos labios... ¡Se me hace insoportable la idea!

Yo intenté retroceder y alejarme un poco, para no darle ningún tipo de esperanza y darle a entender que lo nuestro no iba a suceder. Sin embargo, enseguida se volvió a acercar e incorporarse en la posición de antes, Con la diferencia de que ahora intercalaba su frágil mirada entre mis labios y mis ojos.
Él continuó hablando sonrojadamente:

-Eres la chica más increíble e inteligente que he conocido nunca. Guapa, fuerte, valiente, preciosa, ambiciosa, divertida... Cualquier cosa que te lo propones lo consigues... Todo eso se me hace irresistible.

-Lucas... No... ¿Por qué me pones en estas situaciones? ¿Por qué te pones en estas situaciones a tí mismo otra vez?...
No te lo quiero repetir más... -Declaré tartamudeando-.

-Mira Tara he sufrido mucho, y he dedicado mucho esfuerzo en tí, y en enamorarte cada día de mi vida. No hay ni una sola noche en la que no haya fantaseado y soñado contigo Tara. He soportado a Marta por tí, y te he protegido en barbaridad de ocasiones. Y así me lo agradeces...-interrumpió-.

-Lucas hemos sido amigos durante mucho tiempo...

-¡¿Y QUÉ?! Todas las relaciones han empezado siendo amigos. Dime que me falta para poder ser tuyo. ¿¡Qué más quieres que te compre o que te haga?! ¡DIME joder Tara!

Lucas me soltó de las manos y se puso de rodillas mientras comenzó a llorar desesperadamente como un niño pequeño. Su actitud no era normal y me hizo cabrearme un poco.
Eso me embadurnó en una montaña rusa de emociones y sensaciones que no tenía claras. Y me hizo sentir culpabilidad de nuevo.

Esta vez me pensé la respuesta y comencé a tener dudas y replantearme mis sentimientos. Recordé lo que me dijo Charlotte un día: "Quédate con los majos, con los que se comporten mejor contigo".
Pero actuando de forma egoísta, y como debía ser, antepuse mis sentimientos y mi corazón primero, antes que mi cerebro, y mi capacidad racional o cualquier otra cosa. Al fin y al cabo, Lucas era el indicado para ser mi primer novio, para mi familia..., para la situación..., para el grupo... Pero no para mí y mi felicidad.

Charlotte daba muy buenos consejos, pero antes de tenerlos en cuenta, siempre te tienen que convencer. Si es tu vida, eres tú la que decide y elige. Y si las consecuencias de tus actos no han dado buenos resultados, al final siempre acabas aprendiendo.

-Lo siento Lucas, pero el amor no se compra ni se mendiga. Y es la última vez que te lo digo.