El Campamento (Lesbica) (TERMINADA)

¿Quién es esa chica?

Estaba ansiosa porque llegaran estos días, tenía más o menos tres semanas esperándolo. Pienso en ir de compras para llevarme lo necesario, pero recuerdo que en años pasados solo con repelente de mosquitos me bastaba. Me dirijo hacia el ático para buscar mi maleta, que entre telarañas y polvos ya estaba quedando poco de ella, decidí bajarla para limpiarla y llevarla hacia la habitación.

Cuando voy a acomodar el equipaje me veo al espejo y me percato de que mi pelo es un desastre y lo recojo en una coleta, ya que para ir a ese viaje no creo que necesite muchos arreglos. Empaco varias camisetas, mis jeans favoritos y varios más que sé que voy a necesitar, unos "shorts", cepillo de dientes, ropa interior, unas sandalias, mis converse y pequeñas cosas que a mediados del día se me iban ocurriendo, como el repelente.

Mis amigas me llaman en la tarde recordándome que mañana era el gran día, yo me hice la desentendida sin mostrar mucho interés y le respondí con un "Esta bien", pero ni se dieron cuenta que yo estaba aún más emocionada que ellas. Me pongo a ayudar a mi madre en la casa tratando de dejar todo en orden para que mi día se pasara algo breve y.... así fue. Cayó la noche y me quede recostada en cama, viendo las estrellas que estaban pegadas en el techo de mi habitación, imaginándome que sería similar al techo que veré mañana pero más real, con la brisa más natural, y la cama más pastosa. Cierro los ojos y decido dormir.

A la mañana siguiente me levanto antes de la hora normal, me emociona saber que ya llegó ese día, así que me arreglo, bajo al desayunador e improviso un poco con la comida y me despido de mi madre con un abrazo y un beso, ¡La extrañare en estos días!... cojo mi maleta y me voy.

Cuando llego al autobús las chicas están todas montadas, me alegra volver a verlas. Subo y en la primera fila está Robelia, bueno mejor conocida como "Robi", toda fashion, muy moderna y bien arreglada, con su pelo liso y sus botas perfectas, se pasa la vida entera hablando por el celular, todas conocemos su vida personal más que ella misma, ya que se la pasa hablando con su novio por teléfono o si no hablándonos de él, así que solo me dio un corto vistazo, sonrió y agitó su mano.

Más adelante, en la tercera fila me encuentro con Shanon, lleva siempre su pelo ondulado, es blanca y es reconocible porque le gustan mucho los abrigos, siempre algo despistada, estaba tachando en una lista mental, confirmando que no se le haya quedado nada, la abrazo pero sigo buscando un asiento. Ya al final del autobús, encuentro a mi dúo favorito, a la introvertida Isabel y a como ella atribuye decirse, la Señorita Bueno.

Abrazo fuerte a Isabel, reconozco que su pelo ahora es negro y un poco más corto que antes, ella me replica que ya son dos años sin vernos y que no se pensaba quedar igual todo el tiempo, era la más flaca del grupo y estaba soltera por decisión propia ya que atributos, era lo que más le sobraba, adoraba a mi amiga. Termino de saludarla y con voz de señora mayor saludo a Diuk, extendiendo mi mano. "Buenos días Señorita Bueno, ¿Cómo le va?" ella me mira con picardía, y me hala del brazo y me abraza fuertemente, muy emocionada de volver a vernos. Diuk siempre ha sido el alma libre del clan, tiene grandes ojos y gran boca, que siempre pintaba del color de su pelo, rojo pasión, según ella ningún hombre la lograra amarrar a un hogar o una familia o mucho menos a sola pareja, pero en su vida tan liberal siempre tiene espacio para nosotras.

Logro acomodar mi maleta en la barandilla y me acomodo entre mis dos chicas favoritas, fuimos todo el camino actualizándonos la vida y contándonos sobre las novedades, yo no tenía mucho que decir, puesto que seguía viviendo en el mismo lugar de siempre, con la misma familia de siempre y viendo los mismos vecinos de siempre, por eso ansiaba tanto este viaje.... sin embargo, no sabía lo que me esperaba.

Tenía la sensación de que algo pasaría, de que alguien pondría mi mundo de cabeza o que tal vez, me perdería a mi misma, pero la ansiedad era más fuerte que el miedo.