Sasha Gustafsson

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Estaba en la sala principal junto  a mi padre  Albert, recibiendo las estupidas clases de piano, de las cuales no entendia nada en absoluto, pero si habia unas notas que me encantaban, que me llamaban la atencion, esas, eran pertencientes a claro de luna, de Beethoven.

Ya no  soportaba mas, estaba exahusta de esto, practica y practica y practica y practica y mas practica. En ningun momento habia odiado tanto los pianos hasta hoy. Respire hondo y hable:

-Padre, hasta cuando soportare vuestras clases?. Mi padre abrio sus ojos como plato y repondio:

- Hasta que lo domines lo suficiente, para luego sonreir y desordenar mis cabellos.

-Pero al menos podriamos tocar mi nota favorita. Dije haciendo un puchero. Sabia que eso siempre funcionaba para hacer esto mas liviano y el aprendizaje mas rapido, sin embargo esta vez no fue asi, por lo cual respondio:

-Has estado portandote mal en toda la clase porque deberia de hacerlo.

-Sera porque eres mi padre y amas demasiado a tu hija, la mas bonita de todas. Si señores mi padre no era un santo palomo, tenia trece hermosas hijas de las cuales yo era la decima, con apenas 17 años, mientras que me seguian otros cinco hermanos, añadiendo que mi madre estaba embarazada de nuevo y trillizos, sin embargo todo era extraño, porque yo era la unica pelirroja de la familia, ni siquiera mis hermanas mayores, ni las gemelas, ni los gemelos, ni mis otros hermanos

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⏰ Última actualización: May 07, 2016 ⏰

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