Capítulo Cuarenta

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Estuvimos allí sentados tanto rato que me quede dormida. Soñé que Ahren volvía, que nos decía que se quedaba unas semanas aquí y que había dejado a Camille, su esposa, allí en Francia. Me desperté sobresaltada, Ahren no podía venir, no se podía meter en una situación ya empezada. Seguramente, le habrán mandado algún mensaje con respecto a la salud de nuestra madre, pero conociéndolo, o eso creía, no va a venir, esto no es asunto suyo, ahora tiene que concentrarse en formar una nueva familia y en consecuencia, olvidar la que dejó en Ilea.
—¿Cuánto tiempo me dormí?— pregunté restregándome los ojos
—Un par de horas querida— respondió mi padre
—¿Y mamá?—
—No hay noticias todavía—
En eso, siento que alguien me jala del pantalón, era Osten:
—¿Sabías quién vino?— dijo dulcemente
—No, ¿Quién vino?—
—Kile, quería saber cómo estabas, pero no quiso despertarte así que se fue—
—Te vio roncando— dijo Kaden entre risas
—Pero si yo no ronco—dije mientras alzaba a Kaden y le hacía cosquillas. Por un breve momento me olvide que estábamos en la enfermería.
Justo en ese momento se nos acerca un médico, pero no era el mismo que la otra vez, este era más alto de cabello oscuro:
—Espero no estar interrumpiendo nada importante— dijo
—Nada de eso— contestó papá
—¿Tiene noticias Doc?— dijo Osten
—Tengo noticias para ustedes—
—¿Buenas o malas?— Kaden fue el que habló esta vez, todos estábamos muy ansiosos.
—Creo que buenas. Miren, con los otros médicos descubrimos la causa de porque la Reina no se ha despertado aún—
—¿Qué fue lo que ocurrió?—pregunté acomodándome a mí y a Kaden en el asiento de al lado.
—Al momento de ponerle la anestesia, el encargado de esa tarea se pasó por medio gramo—
—¿Medio gramo? No es nada— dije
—Para la anestesia es mucho, es más de lo que el cuerpo puede sintetizar, si le hubieran dado una sobredosis de un gramo, tan solo eso, se hubiera muerto— el doctor estaba muy serio.
—Entones eso significa...—Osten espera respuestas
—Significa que su madre sobrevivirá, solo estará unos días dormida—
—¿Días?— mi padre se paró del asiento.
—2, quizás hasta 3—dijo el medico. Pareciera como que nunca nos vamos a ir de la enfermería, que siempre hay algo más que nos mantiene aquí encerrados.
—Gracias doctor— mi padre se volvió a sentar.
—¿Doc? Una pregunta— dijo Osten
—¿Qué pasó con el otro médico? Ya sabes, el que vino a hablarnos la otra vez—
—Aaaah, ¿El doctor Denis? Si, fue echado. El fue el encargado de la anestesia.— miro hacia mi padre—Ya se le ha mandado una carta a usted señor, para ver que castigo merece tal atrocidad que cometió— todos, mi papá incluido, abrimos los ojos de par en par.

La Heredera Parte 2 (Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora