Capítulo 5

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Capítulo 5

     Mamá ya había llegado del trabajo, estaba cansada asique decidió acostarse, yo tenía hambre, pero no debía comer, por lo menos un día. Las princesas me dieron consejos para que los que me rodean no se den cuenta de mi nuevo estilo de vida.

     No bajé a la cocina, sé que si bajaba me iba a tentar a comer algo, y eso estaba PROHIBIDO, absolutamente.

    Fui al baño, me dí una ducha, y luego me acosté. Al momento quedé dormida.

[...]

     Nuevamente, sonó el despertador, las 7 am, me desperté, un poco sin energías, pero era obvio, no había comido nada en todo el día.

     Me levanté de mi cama, buscando en el ropero el uniforme, me lo puse y luego fuí al baño a lavarme la cara y dientes, me demoré un tiempo en bajar, quería hacer tiempo para que mamá no me obligue a desayunar.

Eran las 7.40 am, y bajé.

-Mamá,  hoy voy a la escuela caminando, quiero hacer un poco de ejercício- dije

-okey hija, ¿vas a desayunar?- preguntó

- No ma, ya voy tarde- la saludé y me fui.

     Para llegar a la escuela me tardaba caminando, unos 10 min, estaba cansada y solo había recorrido 3 cuadras, pero me esforzaré al máximo, para poder ser perfecta, como yo quiero ser.

{...]

    Por fin llegué, me tardé más de 10 minutos, porque me detuve a descansar. Por suerte aún no había tocado el timbre de ingreso, asique me senté en una banca de la escuela. No tardó nada en interrumpirse mi descanso.

[...]

    Ya estaba en el curso, Wendy no había ido a la escuela, asique me senté sola, miré para atrás, pero Thiago no estaba en su lugar, aún no había llegado, o directamente no vendría a la escuela.

    Me quedé ahí sentada, teniendo una mínima esperanza de que ese día iba a ser bueno, uno sin burlas, sin que nada ni nadie arruinara mi momento de felicidad. En mi mente solo tenía la palabra perfecta y a la vez "COMIDA". Si antes esto me gustaba ahora era mi peor enemiga, la amaba, pero a la vez, la odiaba.

     El profe aún no llegaba, y estábamos en libre, todos estaban felices, menos yo.

    Ya eran las 8.10, y lo ví entrar a Thiago, tan lindo, estaba un poco despeinado, y con cara de dormido.

-Hola- me saludó con una sonrisa.

-hola- le dije sonriéndole

-¿Me puedo sentar acá con vos?- preguntó

-Si obvio que sí- le dije corriendo mi mochila de la silla.

-Gracias- me dijo- ¿todavía no llega el profe?

- no aún no llega- respondí

-Ah genial- rió- me quedé dormido- contestó

-sí, se te nota- reí nerviosa

En ese momento entró la preceptora para tomar asistencia...

Ana & Mia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora