Gomenasai [Karamatsu × Lectora]|Pausada|

Capítulo 3: Gomenasai

**Narrador Omnisciente**

Gruñes y te cubres más con el gorro de tu sudadera violeta, en cambio, Karamatsu solo saludaba de forma coqueta a las chicas que le mencionaban su nombre, ya parecía ser celebridad.

Murmuras barbaridades que sólo te hacían gruñir, esta tan molesto estar ahí, de un lugar de tranquilidad se convierte en el lugar de las pesadillas, te levantas de tu lugar y te vas a otra parte donde hubiera paz.

Karamatsu solo estaba concentrándose en su camino, hasta que pudo notar a aquella chica que vio el día de ayer, solo que ahora con un estilo diferente.

Te iba a seguir pero las chicas le impedían el paso, por lo que un milagro, o algo así, le cayeron del cielo.

— ¡Matsuno Karamatsu!— le grita Osomatsu a su hermano y se lo lleva de la chaqueta. —Eres un maldito infeliz— Este reía nervioso, menuda decepción de las chicas.

—Ah, por fin ponen algo de paz...— dices caminando, sentiste una gota que cayó en tu nariz y miraste que el cielo se estaba volviendo gris.

Tenías que refugiarte en algún lugar, llegas abajo de otro sauce, pero este era más pequeño que el otro, te refugias con sus hojas, mientras pasaba aquel diluvio, mirabas el cielo, las gotas caían sin parar, al parecer no iba a ser pronto cuando dejara de llover, miras que toda la gente tenía sombrillas o simplemente corrían para refugiarse.

Mientras tanto tú solo te quedas ahí, esperando a que la lluvia pare.

Mientras tanto en la casa Karamatsu.

—Karamatsu, ¿Sabes lo cuánto que nos tenías preocupados?— le dice su madre, los seis solo estaban sentados alrededor de la mesa.

—Gome...— dice Karamatsu arrepentido.

La mujer suspira muy preocupada y se pone una mano en la cara, nadie hablaba.

—En cuanto venga su padre del trabajo vamos a comer— dice la madre de los Matsuno y se va caminando a la cocina.

—...— ninguno de los seis hablaba.

—Karamatsu nii San— le llama Totty.

— ¿Qué?— dice mirándolo.

— Eh...cómo decirlo... Tienes que correr de Osomatsu...Ahora— Karamatsu frunció el ceño y miró a Osomatsu que tenia tics en la cara.

—...¡¡¡¡...!!!!— Karamatsu Corre y Osomatsu lo persigue.

— ¡Ven aquí desgraciado!— grita Osomatsu y los demás lo perseguían para que no matara a Karamatsu.

A excepción de Ichimatsu. Típico de él. Muy despreocupado de la vida de su hermano Karamatsu.

Mientras tanto la lluvia paró, el cielo se aclaró, lo único que había dejado esa lluvia de evidencia eran los charcos de agua, carros empapados de gotas de agua y lodo.

Solo que se estaba haciendo de noche, hace tiempo que no salías así de noche.

Mientras que por otra parte, Karamatsu y sus hermanos estaban fuera de casa, la razón es porque Karamatsu salió afuera, solo que ahora si avisaron, los seis hermanos estaban afuera mirando todo.

Los seis miraban el cielo, que se estaba poniendo de tonos azules apareciendo aquellos cuerpos celestes, que hacían brillar el cielo con ese gran satélite, era maravilloso.

— ¿Se imaginan que sentirá estar allá?— dice Todomatsu ilusionado.

— ¡Seria un marciano!— todos miran a Jyushimatsu confundidos, este con su gran sonrisa miras el cielo.

—Sería fantástico estar ahí... — dice Osomatsu tranquilo y con una sonrisa mirando el cielo.

— Digo lo mismo — dice Ichimatsu. Con seriedad pero dentro de él había esa emoción aunque no lo demostrara.

— Claro que me lo imagino, ya que soy el más brillante de todos— todos miran a Karamatsu de forma asesina y entre todos lo toman y lo lanzan, este cae de pie y corre mientras que los otros lo perseguían pero lo perdieron de vista en ese instante.

Volvemos en tu lugar.

Era de noche, todo mundo en silencio absoluto, caminas y te quitas el gorro, te quedas ahí en la orilla de un puente recargada mirando las estrellas, pero algo interrumpe y es un grito, miras por todas partes y solo fuiste tumbada al suelo rodando con alguien, al quedar estancados en un lugar, estabas encima de un chico, solo que la poca luz que había ahí no iluminaba mucho, miras al chico con el que chocas pero te quedas helada y él te mira de la misma manera.

—G-gomenasai...— dices apenada y te levantas rápido para correr pero algo te detiene, una mano que toma tu muñeca delicadamente.

—Espera—dice, esa voz la conoces.

No era nada más y nada menos que aquel egocéntrico.
Lo miras a los ojos al igual que él, ese intercambio de miradas parecía ser eterno, el hormigueo recorre tu espalda y quitas tu mano muy de repente.

—Gome...pero me tengo que ir— te agachas y te vas caminando a un paso rápido.

—Pero espera— insiste. Te sigue.

No le hacías caso omiso, él seguía siguiéndote.

—Hey— toma tu hombro y te detiene.

— ¿Por qué insistes tanto? Ni siquiera me conoces — jamás te había pasado algo como esto.

—Quiero saber tu nombre— dice aquel chico egocéntrico.

—No Karamatsu— le dices y este se queda confundido.

— ¿Cómo es que tú sabes mi nombre y yo no sé el tuyo?— dice Karamatsu.

— Eso dile a tus "Karamatsu Girls"— dices haciendo comillas con tus dedos. —Además, ¿para qué quieres saber mi nombre?- dices con enfado.

—Porque sé que va a ser igual de lindo que tú misma— dice Karamatsu, te sonrojas y solo te limitas a verlo.

— Me tengo que ir, enserio— dices algo nerviosa y te vas a un paso rápido, no querías tener contacto con alguien como él, además no era la primera persona extraña con la que hablas, recuerdas aquella llamada.

—Por favor, dime tu nombre...— insiste, bufas y lo miras a los ojos.

—Me llamo _____, si me disculpas...— desapareces en la oscuridad dejando a Karamatsu ahí.

Eras tú, la que había visto en el parque, la que te llamó por accidente, la chica que por alguna razón te quiso ver, ¿Era un sueño? ¿Se está volviendo loco? ¿Acaso serás una obsesión de él?, todas esas y más preguntas pasan por su cabeza, pero nota que en su mano había un brazalete, era uno hecho a mano de hilos de colores con el patrón de negro y azul, se queda mirando el brazalete, te iba a buscar, pero cómo si despareciste, olvido la última vez de como llegó a tu casa y te vio entre las velas de cera, eso solo fue porque te siguió.

Él se guarda el brazalete el su pantalones, confiando en que te volverá a encontrarte de nuevo.

Continuará...✏