Parte 2 de 2
Narra Jeff
Tenia que buscarla a como diera lugar, pero ¿Por donde comenzaría?, no puedo pedirle ayuda a nadie ya que la matarían de seguro. El amor entre nosotros y mortales esta prohibido... "aunque Ben..." ¡No! ¡Ese enano me haría burla hasta el día de mi muerte!, ¡Ni loco lo permitiré!
Suspire un poco harto y me levante de la cama, ah pasado una semana y es muy tarde, mañana la buscaré.
Baje para cenar algo y en la sala había una nueva creepy, ¿Donde busca Slenderman que encuentra tanta?, ahora Ben deberá de escribir la historia con otra cuenta falsa.
Puse los ojos en blanco y seguí de largo, tome un vaso y un jugo y lo serví, A veces me pregunto si no tendrá otras que hacer; en fin, todo iba estupendo hasta que la nueva chica se me acerco, era menuda,de cabello rosa y lacio con una sonrisa tímida y un ligero sonrojo en su rostro. ¿Que quería esta mocosa?.
Jeff: ¿Quien eres y que quieres?
Pinkmanea: Soy Pinkmanea y yo... yo... yo... -puse los ojos en blanco y me apure a terminar mi jugo para largarme de ahí, algo de lo que ella se dio cuenta por lo que dijo la primera tontería para que me quedara- ¡ Enseñame a pelear!
Se merecía puntos por eso, una creepypasta que no sabe pelear, por favor no me jodas. La analicé unos segundos, esto fue lo que me bastó para saber que esa chica claramente sabía pelear, sus manos tenían callos por el arma con la que mataba, sus brazos descubiertos denotaban un ligero musculo, y su pupila estaba muy pequeña, por lo que ella estaba realmente loca y tal vez tuviera doble personalidad. A lo lejos vi los ojos curiosos de Ben y Sally, malditos mocosos ellos le dijeron una mentira a esta loca para que viniera y me hablara
Jeff: ¡Estoy bien solo!- les grite hecho una furia, di la media vuelta y comencé a caminar cuando alguien tomo mi mano; grave error. Forme con mi mano un puño y con fuerza lo lance al pecho provocando que la persona cayera al suelo con un fuerte chillido. Vi a la peli-rosa desde el suelo quien tenia una mirada aterrada en sus ojos algo que solo me disgustó más e hizo que le mi voz saliera fría y grave- no me toques ¿Entiendes?, es más ni siquiera me mires, ni te me atravieses, ni pienses en que me pudiste gustar o atraer en algún momento, alguien tan temerosa como tu jamás lo podría hacer, además mírate eres ridícula.
La gente se acerco de a poco a nosotros, y Slenderman la ayudo a pararse y me vio (a pesar de no tener rostro) con tristeza. yo voltee los ojos y camine hasta la puerta
Me dirigí a los bosques caminando un rato por los bosques hasta que empezó a hacer frió; metí mis manos en mi sudadera, donde estaba la pequeña sombrilla envuelta en si misa, pensé en esa chica que no me había visto con miedo alguno, ella me gustaba y quería conocerla.
Corrí por el bosque hasta salir de este y comencé a caminar hasta el lugar dónde la encontré. De ahí me llevó 5 horas encontrar su casa. Esta tenía un portón que no me dejaba acceder al jardín trasero, ademas de que arriba del portón tenia electrificado.
Subí por la azotea del vecino y salte a la suya, encontré su ventana que estaba al fondo de la casa y la abrí con cuidado y con este mismo me subí a su cama quedando arriba de ella, tuve que hacercar mi rostro al suyo para observarla mejor ya que la oscuridad no ayudaba. Todo iba bien hasta que recivi un golpe en la cabeza con algo duro lo que hizo que me cayera de la cama; y como si esto no fuera poco un dolor horripilante me recorrió por todo el cuerpo. ¡La muy puta me había pateado en los huevos!
Narra Constanza
Emily y yo nos habíamos arreglado, me pidió disculpas y de nuevo eramos las mejores amigas por lo que le decidí contar una semana más tarde la rara experiencia que aun tenia en mi mente.