Capitulo 3: Anillos de Diamantes

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Aome le lanzo algunos billetes al taxista y prácticamente voló fuera del taxi. Ni se molesto en cerrar la puerta del carro. Su mente no estaba allí. Cientos de pensamientos de lo que podía estar mal estaban pasando por su cabeza, y estaba rogando que no fuese lo que creía.

Pero ya sabía que sus plegarias no serían escuchadas.

"¿Su hermano?" Sesshomaru preguntó algo curioso, aunque su cara y vos estaban en blanco.

Miroku dudo por algunos minutos. En verdad que no era de su incumbencia, pero...

"¿Dónde esta él?" ella le grito a la recepcionista, y fue recibida con una fría mirada.

"Señorita, tiene que calmarse y decirme a quien esta buscando."

"No me diga que me calme" grito otra ves, y entonces, más calmadamente "solo dígame donde esta él."

"Dígame a quien esta buscando."

"Bueno..." Miroku empezó, y repentinamente se pregunto si la idea era tan grandiosa como había creído hace unos momentos. "Su hermano esta en una muy delicada posición. El esta..."

"Souta, Souta Higurashi. Tiene doce años. El hospital me llamo."

"¿Le dijeron el por que esta aquí?"

Aome mordió su labio inferior. "No, Yo... no escuche esa parte."

"Ya veo." Dijo Sesshomaru y sus ojos, por un Segundo, parecieron cambiar para volverse más intensos, pero Miroku no pudo estar seguro. Aquello había pasado muy brevemente, y ahora los ojos de Sesshomaru eran tan fríos como antes.

Miroku pensó que había sido su imaginación.

'Por favor, por favor, por favor, hare lo que sea, solo, por favor, por favor...'

Esta escena era tan familiar a lo que había pasado hace dos años. La angustia en su pecho era la misma, y las nauseas que estaba empezando a sentir eran las mismas también. Su garganta estaba seca, justo como la última ves, y sus oraciones hacia cualquier deidad que estuvieran arriba eran las mismas.

El silencio de estas deidades era la misma también.

"¿Le pedirás que se case contigo?" Miroku pregunto, y Sesshomaru pensó en ello por un par de minutos.

"Necesito una novia..." dijo finalmente, y sus fríos ojos miraron intensamente a Miroku. De no haber estado Miroku acostumbrado a los cambios de humor de Inuyasha, lo más seguro es que no habría sido capaz de soportar aquella mirada.

"¿Tiene alguna relación con el paciente?" La recepcionista pregunto en una muy irritada vos.

"Si, lo estoy." Aome consiguió decir.

"¿Cuál es su parentesco?"

"Soy su hermana."

"¿Tiene alguna identificación? No puedo darle información sin estar segura."

Aome deseaba tanto golpear a la mujer frente a ella. "olvide mi monedero." Ella dijo en ves de eso.

"Entonces me temo que no puedo hacer nada."

Aome pensó que este podría ser el momento correcto para infligir dolor en aquella mujer.

"¿Entonces lo hará?"

"No me gusta que me apuren en mis decisiones."

"Yo... por supuesto que no. Tómese su tiempo." Miroku se reclino en su silla. Quizás esto podría tomar más que unos pocos minutos...

"Aome, gracias a dios que estas aquí."

Aome volteo para mirar a su madre. Una mirada a su rostro y ella supo que todo estaba tan mal como lo había imaginado. Aún...

Corazones Atormentados (SessxAome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora