Corazones Atormentados (SessxAome)

Capitulo 9 : Atados por siempre

Esta no podía ser su habitación. Alguien cometió un error.

Volteo para preguntarle a Sesshomaru si no era una broma, pero ya se estaba retirando. Levanto una mano para detenerlo, pero se congelo cuando él repentinamente dejo de caminar.

"Y trata de no meterte en mi camino."

Con eso, se fue.

'Idiota' Exclamo. Pero entonces volteo para mirar hacia su nueva habitación y su rabia desapareció para ser reemplazada por asombro.

La habitación estaba decorada en lo que parecía cada tonalidad de azul que existía. Las cortinas eran de un fascinante zafiro oscuro, que estando recogidas revelaban una vasta ventana con una vista a los jardines y a un balcón. Había una gran cama con suaves sabanas color azul brillante en una esquina. Aome pensó que la cama lucia extremadamente confortable, como para echarse en ella y descansar allí por siempre. La habitación estaba adornada con candelabros, los que noto también eran azules.

Una hermosa manta yacía sobre el piso de nogal, bordado con los más delicados diseños de flores. La habitación también tenía dos lujosos sofás y una butaca, los cuales lucían bastante caros. El armario era aún más grande que la antigua habitación de Aome. En resumen, el lugar era exquisito. Simple y elegante, y no pudo evitar mirar con grandes y fascinados ojos.

Aome había visto habitaciones como esta por supuesto. Las había visto en las películas. Las había visto en las revistas. Cuando Aome era una niña solía pretender que era una princesa, esta habitación estaba muy cerca de ser lo que había imaginado sería si hubiese nacido en la realeza.

Aún así, nunca imagino que podría vivir esas fantasías. El residir en una habitación como esta tenía que costar más que su universidad y viejo apartamento juntos.

Era tan... hermoso. Difícilmente podía creer que era suyo.

Aome camino hacía la ventana y la abrió, dejando pasar la brisa de la noche. Camino hacía el balcón. La luna estaba brillando y sonrió. Su mirada bajó y vio los jardines.

"Bueno", dijo, asombrándose, "él por lo menos tiene buen gusto."

Si no lo tenía, pensó, entonces definitivamente sabía a quien contratar para decorar su casa.

Aome entro, cerrando la ventana tras ella. Procedió a ir hacía su equipaje que había sido ya traído y busco sus pijamas. Se quito su vestido de novia y lo doblo cuidadosamente, su mente vagando pensativamente. Entonces se vistió con su pijama y fue hacía el baño, notando que todo era como lo demás que había visto en la casa, decorado con perfecto gusto.

Aome se limpio el maquillaje, cepillo sus dientes y volvió a su dormitorio. Y cuando se movió hacía su cama, pudo escuchar sus pasos resonar por toda la habitación.

"Oh" La cama se hundió cuando se sentó, y se encontró arropada por suaves cubrecamas. Se metió bajo las sabanas y noto que eran de satín. La cama era cálida, y pensó que eso era irónico porque ella se sentía tan malditamente fría por dentro...

Aquí estaba, apenas casada y sola en una cama con suaves cubiertas.

Aquí estaba, 23 años de edad y sintiéndose tan vieja.

Aquí estaba, casada con un idiota para salvar a su hermano.

Aquí estaba, Aome enamorada de un hombre que nunca podría amarla. Enamorada de un hombre que la dejo por otra. Enamorada del hermano de su esposo. Enamorada...

Aquí estaba, aún ingenua y estúpida.

Aome sintió sus lágrimas amenazando con brotar, pero las contuvo. Ahora no era el momento de llorar. Tenía que ser fuerte. Mañana sería mejor. Despertaría y podría ir a la universidad y al museo.