Captulo 16 : Sentimientos Ocultos

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Vivir sin ti es como vivir sin oxigeno, y ya que eso es imposible, puedo aceptar vivir siempre contigo.

"Sango estarías mintiendo si dijeses que no disfrutaste esta comida."

Sango se sonrojo cuando miro al hombre frente a ella. Miroku estaba vestido de traje, su rostro fulgurando por la luz de los candelabros en la mesa y su cabeza descansando sobre sus manos. Tenía una mirada pensativa, y rehusaba a quitarle la mirada de encima.

Eso la enervaba.

"Deja de mirarme." Ella le dijo.

Miroku meramente sonrío.

"Ohm pero Sango. No puedo mirar a ningún otro lado."

Ella no sabía si lo odiaba por ser tan encantador o si le agradaba por eso. Sango supuso que le gustaba que su atención estuviese dirigido hacía ella. El problema con Miroku era que no podía mantener sus ojos, boca y manos para si mismo. O mejor dicho para una misma. Hoy su atención estaba en Sango. Mañana podía estar en otra mujer que atrapase sus ojos.

Él era un mujeriego.

Sango tomo un sorbo de su vino.

"Solo estuve de acuerdo en venir porque no tuve elección."

Miroku le dio una enigmática sonrisa. "Desde luego."

Esa era la verdad. Ella no estaría aquí si no fuese por esos tres pequeños monstruos. Souta la había estado acosando hasta que estuvo de acuerdo en venir, nadie podría pensar que estaba enfermo. Shippo, había sido insufrible hasta que ella llamo a Miroku para informarle que había regresado de China.

Ella murmuro un "Baka" dirigido a Miroku. Ella había esperado eso de esos dos. Ellos no estarían felices si no hicieran miserable la vida de alguien, pero Kohaku la sorprendió. ¿Dónde estaba la lealtad de sangre? Se supone que él debía estar de su lado. Él debería haberla ayudado a salir de este embrollo, pero no, se había aliado con Miroku.

Ahora estaba aquí, en un muy agradable restaurante, esperando por el postre con él frente a ella, tratando de suprimir la emoción que se mantenía tratando de subir a sus mejillas.

"Noté que estas un poco roja Sango. ¿Demasiado caliente para ti?"

Sango lo miro fijamente, completamente conciente de que todo lo que dijo tenía un doble significado. Eso no evito que su sangre subiese a sus mejillas, haciéndolo enrojecer aún más.

Un día, ella podría castigar a Miroku.

Hoy, desafortunadamente, no era ese día.

"Su postre señorita." El mesero dejo un pastel de chocolate frente a Sango antes de ir al lado de Miroku y colocar un platillo de fresas cocidas frente a él.

"Chocolate y fresas, no hay mejor combinación. Parece que aún nuestros gustos nos quieren juntos."

Él lucia tan seguro, y Sango se sentía tan tímida. Había pasado mucho desde que alguien le había puesto tanta atención.

"En tus sueños." Ella replicó.

Sin importar lo que ella sintiese, no podía dejárselo ver. Agradeció a las estrellas que él no fuese un youkai, así al menos no podía oler sus verdaderos sentimientos.

"Tienes que estar de acuerdo con que la comida no es lo único que has disfrutado."

Sus ojos estaban buscando los suyos y por un momento se pregunto si era sincero en todo lo que había dicho.

Ella lo dejo pasar.

Ella era una fuerte y exitosa mujer. Lidiaba con youkais y hanyous a diario y estos tenían de lejos peores estilos de vida que Miroku. Podía manejar esto. Elladebía manejar esto y no caería por sus dulces y encantadoras miradas.

Corazones Atormentados (SessxAome)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora