Cuando sentí pasos acercarse, rápidamente guardé la foto en su lugar. Necesitaba una explicación, pero no se la pediría a Mer, no ahora. No justo ahora que estaba empezando a confiar en mí.
Ella apareció a un costado y me sonrió.
— ¿Empezamos? — preguntó, y yo asentí con una sonrisa nerviosa.
Pasamos el tiempo haciendo el trabajo, charlamos e incluso la hice reír un poco. Pero mi mente seguía pensando, divagando.
Intentando encontrar una razón lógica del por qué Mer tenía una foto con Gemma.
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La frase del día
Short StoryÉl solo quería saber más acerca de esa chica que solo le decía una frase por día.