s e s e n t a -y- s i e t e

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Cuando sentí pasos acercarse, rápidamente guardé la foto en su lugar. Necesitaba una explicación, pero no se la pediría a Mer, no ahora. No justo ahora que estaba empezando a confiar en mí.

Ella apareció a un costado y me sonrió. 

  — ¿Empezamos? —   preguntó, y yo asentí con una sonrisa nerviosa.

Pasamos el tiempo haciendo el trabajo, charlamos e incluso la hice reír un poco. Pero mi mente seguía pensando, divagando.

Intentando encontrar una razón lógica del por qué Mer tenía una foto con Gemma.

La frase del díaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora