Parte 8: "¡Qué cagada!"...

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Ese sábado por la noche, festejábamos el cumpleaños de Halex. Un niñito "hiperpolíglota", que hablaba cincuenta y dos idiomas, a la perfección. Lo conocí, en un campamento de la Comunidad Juvenil Cristiana, (hace alrededor de seis meses). Siempre me comentaba, cuando salíamos de pesca, que tenía una hermana mayor. A su parecer, muy bonita, pero eso sí: 

¡Increíblemente huraña!...

 Tras acicalarme y peinar, mi espumosa cabellera zanahoria, partí, sin demora, destino al festejo.

No sé si fue un castigo divino o qué carajo. (Dado que me escabullí a escondidas, y nadie , pero nadie, sabía que yo me iba de "parranda".  Recuerdo, que algunas horas antes, mi madre, me pidió por favor, que me hiciera cargo de mi hermanito menor, pero supongo que entenderá mis razones. No alcancé a abordar mi "Ferrari" magenta, cuando, inesperadamente, un revuelto de hierbas y mierdas, estalló como un cósmico bombazo de "basofia", en mi ojo izquierdo, salpicando además, mi esmoquin, (color caqui). Limpié mi ojo con un pañuelito. Y, acto seguido, olfateé la nauseabunda sustancia...

¡Mierda!

¡Condenada paloma, me las vas a pagar!...

En ese preciso instante, se largó a llover torrencialmente.

Conclusión: "Ese sábado, jamás llegué a la fiesta".

¡Qué cagada!...

La gordita de mis sueños#Wattys2016 #UnicornAwards.. #PremiosFoxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora