Nos dirigíamos, camino al doctor Whillard en el coche de mamá. Llegamos. Era un hospital suntuoso y elegante, y el consultorio de doctor Whillard, emanaba una fragancia a lavanda y jazmín.
- ¡En cinco minutos, lo atenderán!-exclamó la secretaria "cara de panqueque" del dentista.
Miré el reloj de muñeca. Las manecillas, señalaban las 10:25 (a.m.).
¡Maldición!
¡Jonas, se está demorando demasiado!-pensé.
Mientras tanto los "kamikazes" minutos, se diluían como lavandina entre los dedos...
La desesperación se apoderó de mí, y empecé a temblequear como un viejito.
- Cariño...
- ¿Qué te sucede?...
- ¡Ya compórtate!
- ¡No eres un bebé!-gruñó mi mamá, con frialdad...
En ese preciso instante, se desnudó la puerta. Y el paciente que estaba antes de mi, se marchó.
- ¡Vamos, amor!
- ¡Es hora!-vociferó mi madre, tomándome del brazo.
En ese preciso instante, arribó Jonas, (disfrazado de cartero).
- Me hice el idiota y le guiñé el ojo.
Era un código entre nosotros.
- ¡Aquí tiene el paquete, señorito Noah!...
- ¡Es un envío de la señorita Loretta Bianchi!
- ¿Quién es, amor?- inquirió mi madre, (al borde de un ataque de nervios)...
- ¡Es Loretta, mamá!
- ¡Una novia del Facebook!...
- ¡Pero si tú no tienes!...
- ¡Maldición, jovencito, apúrate!
- ¡El doctor Whillard, tiene más pacientes que atender!...
- ¡No eres el "ombligo del mundo"!...
Rompí el paquete, y un hermoso reloj deportivo, desfiló ante mis ojos.
Me lo calcé. Y, tras oprimir el botón rojo, por arte de magia se convirtió en un coche.
Me subí al coche, y tras ajustarme el cinturón, salí despedido hacia el cielo, con destino a Júpiter.
Mientras, me mofaba del doctor Whillard, y la cara endemoniada de mamá, (contemplándome escapar, por una leve rajadura en el techo)...
- ¡Adiós, sr. Willard!
- ¡Ja, ja, ja!
- ¡Maldito niño!-chilló mi madre.
- ¡Me las pagarás!...
¡"Ese día, me zafé por un pelo"!
"Jamás pensé vivir "una huida de película"...
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La gordita de mis sueños#Wattys2016 #UnicornAwards.. #PremiosFox
Teen FictionSINOPSIS: Noah Goldmack, un atractivo chico nerd;, odiado por sus compañeros, debido a sus altísimas calificaciones, y además, muy impopular entre las jovencitas, jamás había conocido el amor. Hasta que la inesperada aparición de un Cupid...