Capítulo 23

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Como bien dijo Lena tras unos minutos llegaron a un pequeño condado con una zona que parecía muy tranquila, las casas tenían un pequeño jardín al frente con una entrada para dos autos se veía como sacado de una película o algún libro sin quererlo una sonrisa apareció en sus labios

- ¿Te gusta? – Pregunto Lena
- Es hermoso Lena
- Me alegra que te guste
- Es tan genial
- Aquella es la nuestra – Apunto a la del final
- ¿Es en serio Katina? – La observo
- Claro que sí, mira ahí están los autos de nuestras familias que nos esperan

La morena sonrió y se sentó en la orilla del asiento del auto y se veía emocionada tras unos minutos llegaron y Lena aparco el auto en el garaje y se bajó después de que la morena bajara emocionada le parecía un sueño

- ¿Esto es en serio Lena?
- ¿Por qué te mentiría? – La observo
- No me han pasado cosas buenas desde hace algún tiempo y no quisiera que algo así volviera a suceder, quiero que toda esa racha termine Lena yo en verdad necesito que todo vuelva a ser normal en mi vida, que sea aburrida – Suspiro
- Bueno pues trabajemos porque tu vida sea aburrida y monótona de nuevo – Le sonrió
- Gracias Lena – La abrazo
- Siempre contarás conmigo y quiero que lo sepas ¿de acuerdo?
- Si
- Y voy a estar aquí para ti, para cuando quieras hablarme de eso que te preocupa y te tiene tan pensativa
- Yo...
- Cuando te sientas preparada
- Gracias
- Ven, vamos
- Si – Sonrió

La pelirroja metió la mano a su bolsillo y saco la llave que luego le mostró a la morena que sonrió la introdujo en la cerradura y la giro la puerta se abrió y la nívea mano de la pelirroja empujo la puerta para que se abriera y Yulia la observara pudo ver de inmediato una pequeña mesita donde podrían poner sus bolsos y llaves, el perchero para sus abrigos y más allá un pequeño pasillo que llevaba a la puerta para la sala entró y la observo tenía un tamaño mediano y más allá estaba otra puerta que daba acceso a un pequeño cuarto donde podía leer tranquilamente aunque en realidad tenía una mesa tamaño medio y otras algo pequeñas con varias macetas con plantas, sonrió y siguió explorando, al salir había otro pasillo que llevaba al comedor la mesa era como para doce personas y al fondo una puerta que daba a la cocina y hasta el fondo el cuarto de lavado

- ¿Qué te parece? – Insistió Lena
- Espera

Regreso a la entrada después de la sala había un pasillo con unas escaleras de una hermosa madera y al lado una pequeña puerta, ese seguro era el sótano sonrió y corrió arriba había cinco habitaciones la principal, dos pequeñas y dos medianas y un cuarto de baño ya que la única con baño propio era la principal

- ¿Y bien? – Dijo Lena a su espalda
- ¡Dios! – Dijo saltando
- Lo siento no quería asustarte
- Lo sé – Dijo apenada
- Yulia sea lo que sea que te preocupe – Suspiro – No va a pasar, yo voy a cuidarte y nadie volverá a ponerte una mano encima
- Créeme que lo sé pero no puedo evitarlo
- Intentemos poco a poco ahora estamos en nuestra casa
- ¿Nuestra? – La observo
- Si, tuya y mía
- ¿Qué paso con tu casa?
- Bueno hable con el ejército y se la devolví ellos me dieron ese dinero y algo extra por las que se vendieron donde vivíamos nosotros y la de donde tenían a tus padres
- ¿Qué pasará con ellos? – La observo
- Nosotros tenemos nuestra propia casa mi amor – Escucho a su madre
- Pero...
- Vamos a extrañarte pero no creo que quieras dejar a Lena ¿o sí? – La observo su padre
- No
- Y yo estoy segura que tanto Lena como tu querrán privacidad
- Es solo que...
- Estaremos bien, tenemos seguridad para vigilarnos y línea directa con el ejército – Sonrió Larissa
- ¿Me llamaran?
- Por supuesto y pueden ir a casa siempre que lo deseen
- Gracias
- Vamos a preparar la mesa – Dijo Inessa
- Claro

Todos salieron al comedor para prepararse para comer, la morena iba a seguirlos pero la pelirroja la detuvo de la mano haciendo que volteara verla

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