hey, kid [bokuaka]

hero ― 1/2

―  ¡Akaashi, piensa rápido! ―

El azabache se inclino hacía abajo, logrando que Bokuto fallara en su ataque y saliera surcando por los aires, al acelerar con su poder.

Akaashi contemplo el cuerpo del mayor, topar con la pared de piedra, dando de lleno con su cara. Cayó de bruces, para luego, seguir de espaldas contra el frío piso de metal; la sangre brotaba de su nariz mientras maldecía con diversos insultos. El menor suspiró con pesadez, y se acercó a aquel -que de alguna manera- era su mentor, cuando en sí, tenían poderes diferentes.

Al momento de aproximarse, oyó la voz de la computadora, dando a conocer dos nombres de ella.

― Buenas noches, little crow. Ha usted también, king ―

―  Buenas noches, Robin ― Contestaron los recién llegado. Uno con demasiada alegría, y el otro, secamente.

Akaashi les saludó con una mano, a la vez, que con la otra, meneó la de Bokuto. El peligris, se hallaba inconsciente, después de semejante golpe; pequeños búhos volaban alrededor de su cabeza.

Los superheroés advirtieron de manera confusa al azabache, quien suspiró -ya- por décima vez en el día de las travesuras de su mentor. Alzó al mayor en su espalda y con un gesto de su cabeza, llamó la atención de los dos menores, quienes acompañaron a Keiji, hacía el pequeño médico localizado en la cueva.

Durante el camino, un gran silencio se formo. Little crow y King sabían que Akaashi -apodado como "owl dragon"-, no era de aquellos que hablaban tanto. No, no era como Bokuto, cuál siempre se aparecía de acá para allá; y su apodo era un claro ejemplo de ello: "Gran Hijo de la Luz".

Los dos muchacho se miraron entre sí, tragando saliva y concentrarse en un tema para sacar al habla, del cual dure -por lo menos-, el resto del camino. Hasta que re-capitularon minutos atrás, y a a su vez, los dos gritaron:

―  ¡Akaashi-san! ¿¡Qué es lo que le sucedió a Bokuto-San?!― 

Se detuvo al escuchar el ruido proveniente de los otros dos menores, casi sobresaltado, dio la vuelta, tratando de fingir una mala cara por el susto.

― Ah, oh. Sí, sí. ―  Respondió Keiji , retomando su caminata, resumió lo anteriormente sucedido ― Lo mismo de siempre, chicos. Intentar atacarme por la espalda, esquivarlo y con su velocidad, golpear su cara contra la pared. Nada más. ―

Entonces, nuevamente, el ambiente se volvió tenso. Realmente, sacar un tema cuando se trata de Akaashi, era difícil. Mucho.

Ya después de unos poco minutos, llegaron a su objetivo. Akaashi coloco despacio a su mentor en la camilla, quien poco a poco, volvía a recobrar la consciencia. Se dirigió a buscar el botiquín de primeros auxilios, al hallarla, retiró de está un desinfectante, algunas gasas y curitas.

Volvió por su camino, hasta llegar con Bokuto, cual -por fin- despertó de su inconsciencia y parpadeaba desconcertado. Akaashi ya estaba cansado, el botiquín se terminaba poco a poco por culpa del muchacho extrovertido.

  ― ¿Estás bien, Bokuto-San? ― Inquirió el azabache, acomodándose en la silla de madera.

  ― ¿Qué paso?― Devolvió la pregunta el mayor, mientras era curado por su aprendiz y compañero.

― Pared. Golpe. Inconsciencia. ―

  ― Ah, ya recuerdo. Menudo golpe ―  Río Kotaro divertido, Akaashi suspiró internamente pero sonrió, contagiado de la risa, aunque sea -por lo menos-, algo sincera.

Los dos siguieron hablando animados, hasta que no fue que escucharon una explosión. Sobresaltados y con Akaashi terminando con su deber, partieron afuera.