hey, kid [bokuaka]

hero ― 2/2

― Dar amor no agota al amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar. Así que, ¿por qué no lo pruebas, Kotaro? [1]   ―

Eso le habían dicho una vez cuando era pequeño y no tenía la menor idea de sus poderes. Y ahora, en esos momentos, lo recordaba.

En el tiempo que pasó, nunca volvió a ver a Akaashi, tanto que no se esforzó en buscarlo mediante GPS o radares. Muchos trataron de hacerlo volver al equipo y que acudiera como ayuda de lo llamado "as en la manga". Aún así, rechazó cada misma oferta, y su cuerpo parecía estar incrustado en su cama; una cama sucia y olorosa. Donde se hallaba pegado a ella día a día, después del retiro de Akaashi y oficialmente, se volviera su enemigo 

― Sé que esto te será duro aceptarlo, pero así es la vida. Puedes que te hayas dado cuenta de tus sentimientos por él ahora, o desde hace un buen tiempo; tampoco es que quiera desilusionarte o lastimarte en el fondo. Sé han sido unos geniales mentor/aprendiz en cualquier situación... pero es mejor que lo sepas. Y esto lo hago por ti, como un buen amigo. Bokuto, él es un espía. Un traidor. ―

Y es que esas palabras quedaron grabadas tanto en su corazón roto como en su cabeza, que quería darle un sentido contrario a todo ello. Sus manos se posaron delante sus ojos, ocultado su vista al techo.

  ― Ellos saben que estamos infiltrados en su base, Bokuto. Y nosotros, tan sólo acabamos de enterarnos sobre eso. No obstante, también sabemos que alguien se colo dentro de nuestra afiliación, y ese alguien es Akaashi Keiji. Tu aprendiz.―  

Recordar aquella charla le hacía mal, y demasiado. Y aún se preguntaba porque la seguía haciendo día a día. Seguramente, era un masoquista. Experimentar un dolor por sí mismo como ese, ya de por sí, era mucho; no le gustaba para nada.

  ―  Está sera nuestra última conversación. Tsukishima y yo tendremos que alejarnos de está ciudad y escondernos del enemigo. No queremos lo peor para nosotros, y tú lo sabes. Cuando esto acabe, volveremos después del breve tiempo, ¿vale? ―   

Y demás de perder a Akaashi de su lado, ellos dos tendrían que irse. No los culpaba, era verdad. Necesitaban seguridad, sí no querían estar muertos.

Un suspiro escapó de sus labios. El nudo en su garganta se desató. Los gritos comenzaron a desesperarlo a él mismo. Y allí no había nadie para calmarlo.

.        .         .

  ― Reconociendo: Gran Hijo de la Luz; Bokuto Kotaro - N°0817 ― Sonó la maquina robótica, llamando la atención de todos.

El muchacho apareció frente a ellos; cabizbajo. Ciertos cabellos cubrían su rostro, su cuerpo adelgazo más de lo que ya estaba, y alguna parte del mismo, ha de no tener la fuerza suficiente para aguantar estar de pie. En pocas palabras para describir, él estaba destrozado; exterior e interiormente.

La mayoría les vieron con pena, otros trataron de ignorarlo. Sabían que al final y al cabo, debía aprender a superar aquello y volver. Por lo menos, era la única opción. Y dejaron que él los ignorara, porque ya lo estaba haciendo tan sólo llegar. Pero alguien no dejó pasar eso, Ushiwaka se postró delante de él, interviniendo su camino. Bokuto apuntó su mano contra el mayor.

   ― Sal de mi camino ―   Amenazó, mientras una cierta iluminación comenzaba a aparecer.

Pero Ushiwaka no se echó para atrás. Lo sostuvo del brazo, y con una rápida maniobra, lo tiró detrás de sí. La espalda del peligris resonó contra el piso, dejándolo adolorido.

   ― Has faltado durante 2 semanas después de lo que ocurrió, ¿y me vienes con esto? Nosotros no tenemos la culpa de que te hayan "lastimado", estúpido  ― Devolvió, casi escupiendo las palabras  ― Haz que tu cerebro funcione y se entere del presente  ―