girls with boys? [zodiaco]

7. siete

capítulo siete; pretty girls don't cry.

Piscis tomó la bandeja con su almuerzo y se acercó a la mesa en donde estaban sus amigas. Se sentó en medio de Acuario y Tauro. Vio que la comida de Tauro estaba intacta y que esta estaba mordiendo sus uñas.

— ¿Pasa algo? —le preguntó Piscis.

Tauro la miró nerviosa y asintió, pero no habló. Acuario, a su lado, dejó su pizza y la miró —Escorpio no vino a clases hoy y no habló con Tau en toda la semana y ella tiene miedo de que le haya pasado algo.

—Tau, tranquila —dijo Capricornio—. De seguro solo se quedó dormida y no vino.

— ¿Y si está enojada conmigo por lo que le dije la semana pasada? —preguntó nerviosa.

—No lo sé —dijo Virgo y le sonrió—. Pero ya verás que mañana vendrá. Además, después si quieres vamos contigo a buscarla.

—Come algo Tau —dijo Piscis—. Te va a hacer mal.

Tauro asintió y empezó a comer la pizza que había pedido. Ella no quería llorar enfrente de sus amigas, no quería parecer débil. No le gustaba pelear con Escorpio. Cuando lo hacían, alguna de las dos terminaba llorando.

[...]

Después de la escuela, las cinco chicas se dirigieron a la casa de Escorpio. Se acercaron a la puerta y Tauro miró un punto fijo de esta.

—Uhm, ¿Tauro? —Virgo la movió levemente—. La puerta.

Capricornio se encogió de hombros y tocó el timbre. Unos minutos después, un niño pequeño abrió y sonrió —Hola.

—Hey, Chad, ¿Está Escorpio? —murmuró Tauro.

—No —dijo negando; Piscis susurró un "aw" y sonrió. Chad la miró raro.

— ¿No? —dijo esta vez Acuario, frunciendo el seño.

—No —repitió Chad, Piscis tomó sus mejillas y las apretó.

—Oh —murmuró Tauro—. ¿Puedo ir a su habitación?

El niño abrió como pudo la puerta, con Piscis abrazándolo, y las dejó pasar. Todas entraron y siguieron a Tauro, excepto Acuario y Piscis; ella quería jugar con Chad y, bueno, Acuario solo quería estar con su amiga.

Las tres chicas subieron las escaleras y se acercaron, al que Capricornio y Virgo creían, era el cuarto de Escorpio. Tauro entró como si fuera su habitación y se tiró en la cama. Virgo frunció el seño, Capri agarró una foto de Escorpio y su novia cuando eran pequeñas.

Por otro lado, Tauro levanta un poco el colchón de la cama y saca una pequeña libreta. La abre y empieza a pasar las hojas rápidamente, hasta llegar a la última hoja dibujada. Cuando llega a esta, mira el pequeño dibujo y siente ganas de llorar.

Tauro empieza a imaginar lo peor.

Hace unos días, Escorpio había estado muy distante de ella. Escribía seguido en su celular, no le prestaba atención cuando le hablaba y dibujaba (más de lo que ya lo hacia) en la libreta. A pesar de que Tauro era una chica muy positiva, no estaba teniendo pensamientos muy positivos que digamos.

Tal vez la estaba engañando, o tal vez estaba planeando una fiesta sorpresa de cumpleaños para Tauro. Pensó, pero luego se dio cuenta de que su cumpleaños ya había pasado hace mucho tiempo. Suspiró y dejó el cuaderno en su lugar.

—Vámonos de aquí.

[...]

El grupo de amigas salió de la casa de Escorpio y se pusieron a caminar hacia la de Tauro. Ella no hablaba, solo caminaba con la cabeza gacha. De hecho, ninguna hablaba. El silencio reinaba en el lugar.