Narrador
Estaba acostada en su habitación como cualquier adolescente normal, no se quejaba en nada de su vida, era feliz...tenia un novio perfecto, amigos perfectos, era una buena estudiante y todos la querían.
Siempre llevaba el cabello suelto, castaño que reflejaba algo dorado bajo el sol, ojos de color verdosos y una sonrisa que llevaba frenillos. Para sus padres era la hija perfecta, la estudiante perfecta, la chica perfecta... mas para el, no era la novia perfecta.
- Hija aun no quieres cenar? -Pregunto su madre al subir a su habitación.
-No mamá, el ya vendrá por mi.. me prometió que iríamos a cenar - Dijo la joven adolescente con una sonrisa en el rostro, una sonrisa de amor e ilusión y es que el había sido su primer amor.
Ember siempre había sido una chica dulce, era buena con todos, pero aquel día se transformó en una persona sin corazón.
-Que pasa? Se pregunto así misma cuando reviso el reloj... eran las 8 y el no venia, se podía apreciar a la castaña tendida sobre su cama, con un hermoso vestido blanco lista para ver a su amado, nuevamente miro el reloj... entonces eran las 11
-Es demasiado tarde- Dijo su madre al subir nuevamente al subir a su habitación para rogarle a su hija que deje de esperar a ese muchacho.
-No mamá no es tarde- Dijo negándose la confundida chica, mientras su madre hizo un gesto de molestia y se retiro al fin.
Tiene que venir...yo...estoy segura, confió en el- Dijo sonriendo para sus adentros las ilusiones quedaron rotas cuando el reloj marco las 12...dándose por vencida se cambio a pijamas y con una lágrima bajo la almohada se quedo mirando la luna hasta que esta desapareció para dar paso al sol.
Esto marcaría lo inimaginable para Ember ... No tenia noticias de el y seguro que no las tendría en mucho tiempo.