-Estas bien?- Pregunto su padre al servirse el desayuno
-Si seguro, estoy perfecta -Fue una mala mentira, pus tenia la cara llena de maquillaje corrido y los ojos hinchados de tanto llorar...sin mencionar las ojeras que traía por no haber dormido toda la noche.
Sus padres no le dieron mayor importancia, simples problemas de adolescentes? o eso creían ellos. Ember empezó a pasar todos los días encerrada en su cuarto escuchando una que otra canción, esperando a que el le diera una señal... La noche callo rápidamente, y ella seguía esperándolo, la decepción creció aun mas cuando pasaron dos semanas...las dos semanas mas largas de la vida de Ember Mclein, semanas de dolor, esperanza y lágrimas.
-Saldré a caminar, creo que tomar algo de aire me podría hacer bien - Aviso a sus padres y se dirigió al parque para tomar aire, mientras tomaba una libreta de apuntes y un lápiz, pues le encantaba la poesía y estar allí podría ser una fuente de inspiración para un poema relámpago del momento.
Lo que vio no lo pudo describir, podría ser cierto? Él estaba siguiendo su vida sin ella... así es y de la peor manera, sintió un nudo en su corazón era como si todo su mundo se desvanecerá, al ver los labios de su novio posados en los de otra chica, a lo que solo demonio la chica de ojos azules, quería ir allí mismo y golpearlo en la cara pero el dolor se lo impedía. Regreso a su casa.
- Mamá y papá no están - Subo a mi habitación y me miro al espejo.