CAPITULO 29.

89 2 0
                                    

Narra Harry:

Desperté el domingo por la mañana con los rayos del sol asomándose por las ventanas de _____. Me quedé observándola dormir por un rato antes de que despertara. Sabía que debía irme pero no quería hacerlo. Se veía sumamente hermosa así tranquila. Tan inocente. Tan callada. Calmada. Pero bueno todos sabemos que era solo por su falta de actividad. Despierta era un desastre. Reí ante mis pensamientos. Me levante rápido de la cama con suavidad intentando no despertarla ya que se encontraba su cabeza en mi pecho e intente quitarla sin hacer mucho movimiento. Recogí mi ropa y me cambie rápido. Salí de nuevo por la ventana de su cuarto y baje con el menor ruido posible para que nadie me viera. Justo cuando iba a subir a mi vehículo alguien me detuvo.

-Ey tú. Espera.- Dijo una voz masculina de tras de mí.

-Si..? – Dije volteando para ponerme frente a el cerrando la puerta del piloto.

- No sé qué te traigas con _______ pero pobre de ti si la lastimas. Estoy hablando en serio . – Dijo apuntando con su dedo hacia mí.

-No te preocupes. No tengo planeado hacerlo. – Por más que fuese su hermano quien me amenazaba no me agradaba. Me fue imposible contestarle de buena manera.

-Ahora vete si no quieres que mi madre se dé cuenta. Vamos.- Dijo haciéndome señales para que subiera a mi auto , yo solo volteé los ojos y me subí rápido a mi camioneta. Encendí el motor y me fui lejos de allí.

Durante los siguientes días seguí escabulléndome en la casa de ______ por las noches ya que con eso de su castigo no podía verla en algún otro lado. Le presté mi portátil para que pudiera conectarse de vez en cuando. Al principio no quería. Según ella era mi manera de comprarla. Cada vez más tonta. Jamás podría comprarla ni con todo el dinero del mundo. Ella simplemente valía demasiado como para tener una etiqueta de precio. Estaba cayendo. Cayendo ante su simpleza, hermosura interna y externa. Su físico se complementaba con su forma de ser. Durante las siguientes 3 noches fuimos uno solo y lo disfrutábamos tanto. Aunque para mí ya no solo era sexo. Lo disfrutábamos de una manera diferente. No se ella pero cuando la tenía conmigo, deseaba que solo fuera mía. El temor de que encontrara a alguien más no me mortificaba anteriormente. Ahora solo pensaba en eso cada que salía de su habitación después de haber estado juntos. No podría estar seguro de lo que sentía ya que para eso necesitaría hablar con ella y ver qué opinaba pero a quien engañaba… Esa plática jamás existirá entre los dos. Ella me pidió algo y debía cumplirlo. Otra cosa en la que no dejaba de pensar era en la apuesta. Tampoco podía hacerla a un lado. Cara seguía llamándome y yo solo intentaba evitarla. La fecha que habíamos asignado ya se había cumplido y me imagino que quería saber todo con detalle. El problema sería que no podría contarle alguno ya que no pasó nada. Aún no ha pasado nada. No podía seguir con eso. Ya no quería.

Llamé a Cara para ponerle fin a esto. No porque estaba enamorado, ni porque ya me había hartado de _____. Todo lo contrario. No podía apostar por alguien a quien ahora estimaba. Antes lo veía como un juego porque no la conocía, pero conforme paso el tiempo se volvió una verdadera amiga. Platicábamos de nuestras preocupaciones, virtudes, buenos momentos. En verdad me gustaba mucho su compañía.

-Podemos vernos?- Dije por teléfono

-Seguro mi amor. Voy en camino.- Dijo Cara contestando del otro lado de la línea.

No contesté nada simplemente colgué. Sé que mi próxima charla con ella no sería la mejor de todas. Me imagino todas sus burlas hacia mí inventando mil cosas y dando por hecho alguna situación que sea de su agrado para perjudicarme. Pero me valdría. Solo quería dejar este asunto por la Paz. No tardó mucho para que llegara a mi casa, gritó desde la entrada y solo le avise que avisara hasta la sala donde me encontraba sentado viendo la televisión. Llegó acercándose a saludar directamente a mis labios. No lo evité. Sólo no le correspondí.

Behind the bet.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora