CAPITULO 32

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Desperté con los rayos del sol pasando por mi ventana. Estaban en su pleno apogeo. Parecía que ya era tarde. Calculaba alrededor de las 12 pm. Me encontraba bajo las sabanas con el vestido de la noche anterior y lo último que recordaba fue haberme desmayado sobre el regazo de Harry. Oh Dios. Chuck… Harry… D. Todo daba vueltas en mi cabeza. Mis pensamientos fueron interrumpidos por un muchacho entrando por mi puerta con una bandeja que contenía un jugo de naranja, un plato de fruta y dos aspirinas. Era Zac

-Esto te sentara bien después de tu mini cruda.- Lo mire confundida.

-Lo siento mucho… Yo…- Me interrumpió como la última vez negando con la mano evitando que dijera más.

-No te disculpes… Ya bastante me has dicho estando ebria- Me sonroje al instante. Dios mío que le abre dicho. – Nada del otro mundo. Solo tus frases cursis diciendo que soy el mejor hermano que jamás tuviste y otras cuantas más. – Optó por reír. Al parecer quería que me calmara.

-Es verdad… Te extraño mucho y lo siento en verdad. No quise decirte aquello de la semana pasada.- Asintió con la cabeza

-También te he echado de menos. Siempre serás mi hermana lo aceptes o no.- Dijo mientras sacudía mi cabeza con su mano como si fuera un perrito.

-Cómo fue que llegue a casa?- Pregunte desconcertada.

-Te trajo Harry.- Oh no… Había mencionado su nombre.- Sigue sin ser de mi agrado pero me alegro que te haya traído con bien a la casa. No como el otro estúpido con el que saliste.- Golpe con mi mano mi frente. CHUCK.

-Dios… Pasó de todo la noche anterior.- Volteo frunciendo el ceño.- NO! No me refiero a eso tonto.- Soltó un suspiro de alivio.

-A que te refieres entonces?-Preguntó curioso

-Muchas emociones encontradas. No sé qué es lo que me espera ahora.- Se sentó a mi lado rodeándome con su brazo con su mano en mi hombro. Abrazándome. Protegiéndome. Justo cuando pensé que diría algo sensato arruino el momento serio.

-Solo espero sigas usando protección y que si resultas embarazada sea yo el padrino.- Lo golpe con la almohada que tenia a un lado y la esquivo como de costumbre.- Solo juego tranquila!! – Dijo alejándose por la puerta. – y QUE SE LLAME COMO YO!! GUAPO COMO SU TIO!!- Avente otra de las almohadas tirando hacia la puerta y el solo cerro de un portazo huyendo. Me fue inevitable reír.

Opté por darme una ducha relajante. No quería salir de la tina burbujeante. En mi mente seguían dando vueltas todos los acontecimientos de la noche anterior. No estaba segura que sería lo que arreglaría primero. Chuck… Lo dejé en el balcón en busca de Harry. Harry… me desmayé en sus brazos después de la manera en cómo me encontró. D. Haciendo de las suyas una vez más. Que jamás me dejará en paz?. Cuando acabara todo esto¬?. Seguía recibiendo flores y las tenía guardadas en una caja. Las contaba cada que tenía ganas. Algo que no pasaba muy a menudo. Termine por salir de la ducha para enfrentarme a mis problemas de una vez. Sequé rápidamente mi pelo y me digne a arreglarme. Busque la ropa que considere correcta para enfrentarme a Harry. Sé que no significaba mucho lo que llevara puesto pero verme linda me daba un poco más de valor. No estaba segura de lo que le diría. Principalmente debería comenzar con agradecerle el haberme traído a casa. Enfrentarse a Zac teniéndome en esas condiciones seguramente no fue sencillo. Pero aun así lo hizo. Me termine de vestirhttp://www.polyvore.com/apologize/set?id=91515419 y tome las llaves de mi mesita de noche. Salí de mi habitación para bajar rápidamente las escaleras en dirección a la cocina donde estaba segura me encontraría con Madame ya que para estas horas le gustaba la idea de relajarse haciendo la comida. No entendía por qué si seguramente empleados le sobraban. Aunque era difícil reconocerlos a todos. No muchas veces me los topaba. La señorita Anne era una de las mucamas que nos atendían fielmente cada mañana. Aunque yo responsablemente le pedía que no se encargara de mi habitación pues por más flojera que me diera prefería hacerlo yo. Entrando a la cocina me encontré con la activa Madame acompa;ada de su apuesto e insoportable hijo. Ambos me saludaron alegremente. Al parecer había ocurrido algo bueno. Me dirigí a ambos con una sonrisa en respuesta a su buena vibra.

-Porque tan contentos familia?- Pregunte tomando asiento en una de las sillas frente a isla de la cocina.

-Pues… El señor Thompson ha confirmado su asistencia a nuestra cena de Navidad- Dijo Madame con una sonrisa de oreja a oreja.

-El señor Thompson…- Dije en duda. No estaba segura de conocer a un Señor Thompson.

-Mi padre _____. Lo conoces como “El Embajador de Londres”- Note como hizo unas muecas mientras encerraba entre comillas lo dicho anteriormente.

-Vaya que es una excelente noticia!. Me alegro muchísimo por usted Madame y por ti Zac.!- Zac por mas que le costara trabajo demostrarlo sabia que estaba contento con la noticia al igual que su madre. No lo veían muy seguido. Mejor dicho lo veían muy poco.

-Pero en fin! Gustas algo de comer cariño?- Pregunto Madame en dirección hacia mi.

-Oh … - Zac logró salvarme interrumpiendo antes de que contestara

-No lo creo posible madre. ___________ me a contado de una reunión con Susan el dia de hoy por la tarde. No creo que demore mucho llegara en 3 horas.- Dijo en tono abusivo y con decisión. No parece que me haya salvado del todo pues me estaba poniendo el mismo el horario.

-Asi es… lamento no haberle comentado anteriormente Madame- Dije con una sonrisa insegura pero parece que a Madame no le importó del todo pues la veía muy contenta aún.

-No te preocupes cariño. Te esperamos para la cena entonces. Diviertanse!- Dijo tocando con su mano mi mejilla dejando un beso hogareño en la otra. Realmente me hacia sentir en familia.

-Gracias Madame.- Dije por ultimo antes de desaparecer de la cocina en dirección a mi coche.

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Llegué a casa de Harry y no sabía aun con exactitud lo que le diría. Comenzaré por entrar desapercibido así como el entrando por las noches por mi balcón. Entre con cautela por la entrada del patio al otro extremo de la casa. Pude verla a lo lejos la primera vez que fui el día de la fiesta pero no muchos la conocían. Entré por la puerta trasera de vidrio que se encontraba frente a su segunda piscina. Observé por los alrededores y no se encontraba. Subí con cautela las escaleras quitándome los zapatos conforme subía. Entré a su habitación y no había nadie. Se encontraba la cama des tendida. Agudicé mi oído y escuche como agua caía. Estaba en la ducha. Mi mente cochambrosa pensó de inmediato en el artista del momento desnudo. Distribuyendo las gotas de agua que caían de la regadera sobre todo su cuerpo. Deseaba estar allí con él. Entré con cuidado verificado no hacer mucho ruido para que no notara mi presencia. Y allí estaba el. Justo como me lo imaginé. La puerta deslizante aun nos separaba. Era de vidrio mas no podíamos vernos directamente. Era de ese vidrio borroso. Sumando que el vapor ocasionaba que se empañara y de plano no pudiera reconocerme en su cuarto de baño. Me senté en un cojín que se encontraba de lado del jacuzzi. Lo mire por unos minutos. Una parte de mi quería estar dentro de la tina con el. La otra decía que no era correcto. Mucho menos después de la manera en que discutimos ayer. Pero no pude resistirme por mucho. Fui quitando mis atuendos poco a poco. El seguía con sus manos recargadas frente a la pared con los brazos estirados lo suficiente como para que el agua cayera directo sobre su cabeza y hombros. Ya no se eran visibles sus rulos. Los rulos que tanto me encantaba tocar con mis dedos. Tenía los ojos cerrados. Al parecer disfrutaba de las duchas tanto como yo. Pronto me encontraba completamente desnuda frente a el. El todavía sin verme. No por mucho

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