Airam Rosales una chica demasiado solitaria, sin amigos, sin familia ya que sus padres murieron en un accidente automovilístico y vivió con sus tíos hasta que se independizo por ella misma.
Su única compañía era un espejo y un libro, aquel libro en blanco en que ella escribía y sentía que a pesar de no tener vida el libro le respondía dando calma a su alma. Con solo 16 años era bella su cabello azabache y largo, ojos color café claro, estatura de 1.60 metros, piel pálida por lo que nunca salía al exterior y unas leves ojeras en los ojos, nariz respingada y labios color carmesí.
A pesar de tener corta edad, su sueño era ser una gran escritora, pero nadie era capaz de comprenderla ya que siempre estaba sola.
Un día, muy temprano en el recinto de versailles comenzó a llover, ella sentía una fuerte inspiración y tranquilidad al escuchar gotas de agua caer, era extraño a algunos de sus compañeros la lluvia representaba nostalgia; pero para ella era algo más, era tranquilidad absoluta.
-Hoy un día como ayer y como será mañana-dijo liberando un suspiro cansado mientras se acercaba a la ventana-posiblemente las clases serán aburridas como todos los días.
De la manera más rápida se vistió para ir a la escuela, su uniforme consistía en una falda negra a tablones a una medida de 15 cm arriba de la rodilla, camisa blanca con mangas largas, una corbata roja con decorado escoses, calcetas blanca con borde de la misma tela que la corbata y zapatos negros.
Salió de su casa y camino hacia la escuela, llegando a su destino subió las escaleras hasta llegar a su salón en el piso número 2, su salón era como todos 2 pizarrones, la mesa del maestro, y las sillas donde se sentaban los alumnos. Al estar en el umbral de la puerta, todos sus compañeros la vieron y retrocedieron evitándola y empezaron a hablar a sus espaldas.
-¿Cómo es posible que se atreva a venir a esta escuela si sabe que nadie la quiere?- dijo una joven pelirroja de cabello largo hasta la mitad de la espalda, ojos color negro, nariz respingada y con labios color rojo oscuro que estaba sentada en una silla rodeada de seis chicos y al parecer era la más presumida del salón.
-Simplemente Mikayla, yo no vengo a la escuela solo para estar rodeada de chicos, no me extrañaría que terminaras embarazada ya que eso está de moda hoy en día- respondió Airam mirándola fríamente.
-¡TONTA!, ¿Qué acabas de decir?- replico esbozando enojo en su morena cara.
-La verdad, solamente la verdad- dijo y continúo caminando hacia la última silla de la primera fila cerca de la ventana, dejando atrás a su rival enojada.
Al sentarse espero a que las clases comenzaran para hacer lo que hace todos los días "esperar a que terminen", así mismo como todos los días de clases, ella se embelesaba mirando su reflejo y cuidarse de que su maestra no la viera, aunque no era difícil era la última y la maestra no la notaba. Airam nunca se preocupaba si estudiaba o no ella podía aprobar con grandes honores sin estudiar, el motivo era que desde sus padres murieron ella no tenía nada que hacer y su tía tenía una gran biblioteca por lo que eso era su mayor entretenimiento leer.
-Me gustaría que por lo menos mi reflejo tibiera vida y así no me sentiría tan sola- pensó mientras suspiraba.
Al terminar las clases espero a que todos se marcharan, se levantó de su silla y miro su reflejo antes de irse a su departamento donde nadie la esperaba, repentinamente en el vidrio brillo una pequeña escritura:
"EN LOS OJOS DEL LOBO
ALAS DE MURCIELAGO
YO ME LEVANTO CON LA LUNA LLENA" *
CANTA ESTA CANCION
ANTE UN ESPEJO
GUARDA LA CALMA Y TENCION
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LA LUNA DESDE UNA PRISIÓN INTERIOR
Science FictionAiram una pequeña adolescente sin ninguna compañía se aventurara a un mundo nuevo donde descubrirá el amor y su verdadero yo