La pesadilla de mi vida (terror)

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Desperté bruscamente, no recordaba que estaba soñando, pero mi corazón golpeaba mi pecho y mi cuerpo sudaba nerviosamente. Miré a la derecha, una gran mancha de sangre destacaba en la sábana blanca donde mi esposa y yo dormimos, ella ya había despertado.

Trate de levantarme pero mi cabeza dolía y me sentía muy mareado, al mirar la luz tuve la necesidad inmediata de cubrirme los ojos, mi espalda y hombros estaban tensos y mi estómago rugía. No podía recordar con mucha claridad la noche anterior, tal vez y me había pasado de tragos o algo parecido, la verdad no siento la necesidad de recordarlo.

La puerta se abrió y mi esposa entró con la canasta en la que guarda la ropa sucia y casi sin siquiera verme, se dispuso a guardar en ella toda la ropa que veía.

-Veo que finalmente despertaste- dijo ella en tono soez - pensé que después de lo que pasó anoche seguirías durmiendo toda la vida.

-Solo fueron unos tragos- dije riéndome.

-Es increíble- respondió ella enojada- ni siquiera recuerdas bien lo que pasó, si lo hicieras me pedirías perdón y rogarías para que te perdone. Todas nuestras acciones tienen consecuencias, y las que tendrás tú por lo que me hiciste ayer serán muy grandes.

Ella, aprovechando que yo me había sentado, agarró la sábana manchada de sangre y tras eso se fue de la habitación. Yo por mi parte estaba en shock, Daniela siempre había sido sumisa e inofensiva, esa era la principal razón por la cual me casé con ella, podía tratarla mal y sin importar que pasara, ella siempre ha hecho exactamente lo que yo le diga. No podía comprender cómo había permitido que ella me hablara de esa manera. Debo corregir esto inmediatamente, me encoleriza que ella se sienta superior a mí.

Me levanté enojado, le tengo que enseñar quién manda. Al cruzar la puerta de la habitación escuche como alguien tocaba golpeaba la puerta de la entrada principal, no podía hacerle nada a Daniela si alguien me veía.

Volví a entrar al cuarto y esperé a que Daniela abriera la puerta y atendiera a quien fuera que esté allí, pasaron un par de minutos y Daniela aún no abría la puerta. Estuve a punto de gritarle, tenía que estar muy enojada para que no querer atender a quién está afuera, todo esto ella me lo pagará muy pronto.

Me puse pantalones y fui a la entrada, quien fuera que estaba tocando era persistente y seguía allí. Miré por la ventana, era uno de nuestros vecinos.

-¡Andy! - dije mientras abría la puerta.

-¿Cómo estás? - dijo fríamente.

Estreché su mano y noté algo extraño en su mirada, era como si estuviera enojado o me odiara por alguna razón, algo que es muy extraño en una persona como Andy que hasta el día de hoy siempre había sido amable conmigo.

-¿Qué necesitas amigo?- dije fingiendo que no había notado nada.

-Anoche escuchamos un alboroto- dijo mientras miraba y analizaba el interior de la casa desde la puerta.

Casi inconscientemente cerré más la puerta para que él no pudiese ver, pero no estoy muy seguro porque lo hice.

-Simplemente quería saber si está todo bien- terminó de decir un poco sobresaltado por mí reacción.

-Todo está muy bien- dije fingiendo tranquilidad- tú sabes que a veces se dan discusiones familiares pero por suerte nada malo ha pasado.

Andy frunció el entrecejo y cerró su mandíbula con mucha fuerza en señal de ira.

-Hazme saber si necesitan algo- dijo mientras giraba y volvía a su casa.

Cerré la puerta y me senté en el sillón a tomar aire, no podía creer que incluso nuestros vecinos escucharan lo que pasó aquí. He agredido más de una vez a Daniela, pero nunca le he dejado moretones en la cara o he hecho un escándalo para evitar situaciones como esta. Tengo que forzar a Daniela para que tranquilice a nuestros vecinos haciéndoles saber que fue una pelea familiar común, después de eso, ella va a darse cuenta por qué no debe meterse conmigo.

Caminé hasta el cuarto de lavado, la lavadora sonaba, así que Daniela debía seguir allí.

Me sobresalte al ver a mis dos hijos gemelos en sus respectivas cunas dentro del cuarto de lavado. ¿Por qué diablos sus cunas están en el cuarto de lavado?

Me acerqué a ellos, ambos están dormidos. Carol tiene una cicatriz en la ceja y la sábana de Enrique estaba cubierta en sangre.

Me sentí aterrado, sin importar que tan borracho estuviera jamás podría ser capaz de hacerles daño a ellos, tal vez fue Daniela, ella sabe cuánto los amo, esta debe ser su manera de hacerme pagar.

Carol abrió los ojos y me miró, inmediatamente comenzó a llorar, extendí la mano para tratar de consolarla pero ella abofeteó mi mano y trató de alejarse.

-Papi malo- gritó mientras lloraba desconsoladamente.

Sentí ganas de vomitar y mareos, no entendía lo que estaba pasando, nada de esto tiene sentido. Me levanté y corrí a buscar a Daniela, recorrí toda la casa y no había rastros de ella, ¿cómo podía ser que saliera sin que me diera cuenta de ello?

Me acosté en mi cama y traté de recordar la noche anterior, pero los fuertes llantos de Carol no me dejaban concentrarme y estaba casi seguro que Enrique también lloraba, lo único que logré visualizar fue una gran mancha roja, discusiones y gritos, pero no logré recordar nada concreto.

Mi cabeza tenía un espacio en blanco, no podía recordar la noche anterior por más que quisiera, no sabía hasta qué punto había arruinado mi vida ni como arreglarlo. Por primera vez en mucho tiempo sentía remordimiento y estaba arrepentido de lo que había hecho.

Corrí hacia el cuarto de lavado donde los niños seguían llorando, levanté la sábana de Enrique y revisé su cuerpo, no tenía una sola herida aunque su sábana estuviera cubierta de sangre, pero su cuello tenía marcas rojas de lado a lado. Carol, quien forcejeaba para que no la sujetara, tampoco tenía la más mínima herida reciente, solo una cicatriz en la ceja que se formó de la noche a la mañana.

De repente una idea apareció en mi cabeza, Daniela debía de estar en la casa de su madre, debe ir de camino hacia allá e incluso ya estar ahí, ese siempre ha sido su refugio. Pero ¿por qué no se llevó a los niños con ella? Y ¿por qué los dejó en el cuarto de lavado? Esto seguía sin tener el más mínimo sentido.

Lavé mi cara, me vestí y me peine. También vestí a los niños y oculté lo mejor que pude las extrañas heridas que tenían. Subí los niños al carro y me dirigí hacia la casa de mi suegra, en un par de horas estaré allí, si Daniela no está, su madre sabrá dónde encontrarla, estoy seguro de eso.

Noticia de última hora:

Ayer en la noche, en los suburbios del sur, un hombre adulto cuya identidad mantendremos en el anonimato, asesinó a su esposa he hijos después de una fuerte disputa familiar.

Según los vecinos, la discusión empezó alrededor de las siete de la noche y terminó una hora después de manera súbita, también informan que era común el maltrato y los insultos de él hacia su esposa y ellos sabían que pasaría algo en algún momento.

El hombre golpeó a su esposa en la cabeza con una plancha repetidas veces dentro del dormitorio que ambos compartían, manchando la pared del cuarto con la sangre de ella. Tras esto, envolvió a su esposa con la sábana de su cama, la introdujo en la lavadora y la prendió.

Luego, buscó a sus dos hijos gemelos y los llevó al cuarto de lavado junto con sus cunas, apuñaló a su hija en el ojo y con las manos llenas de sangre, estranguló a su hijo. Los vecinos claman haber escuchado los llantos de los niños, pero lo tomaron como algo normal tras una discusión de pareja.

Lo más impactante de todo es que el hombre no recuerda que nada de esto haya sucedido, de hecho, cree que ellos siguen vivos.

Hoy en la mañana, él condujo hasta la casa de su suegra con los cadáveres de sus hijos dentro sus sillas para bebés, sentados allí como si ellos siguieran con vida. Por suerte, antes de llegar un hombre llamó a la policía al ver los cadáveres desde su coche y oler la putrefacción de los cuerpos.

Al ser detenido el hombre aseguró no haber hecho nada y según el oficial, al ser arrestado, el hombre le habló a los niños tratando de tranquilizarlos como si estuvieran vivos.

Nuevas fuentes nos informaron que el hombre padecía de una leve Esquizofrenia y Bipolaridad, pero nunca pensaron que llegaría hasta este extremo. Les seguiremos informando de esta tragedia a medida que tengamos más información.

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