La bruja de Jude Street

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Hace 2 años que la pequeña Lily no veía a sus padres y viajaba sola una noche que alcanzo a salirse de la casa de su horrenda tía, una asquerosa e inmunda mujer de descendencia gitana que le gritaba todo el tiempo, todos los niños de su calle la molestaban por hablar sola o por quedarse viendo al vació por un largo tiempo,o hablar sola, todos la llamaban tonta, rara, loca, deschabetada estaba cansada de ellos.

Vagaba cerca de los lodosos bordes de Jude street la luna era su acompañante esa noche y el sonido del río la tranquilizaba creyendo que quizá con la corriente sus preocupaciones se irían, de un lado a otro anduvo caminando, hasta que decidió ir al puente de Londres, todavía no estaba terminado aun así se quedo un momento mirando su negra superficie.

Al resplandor de la luna logro ver algo moviéndose en el fondo del río, una figura blanca-gris que parecía decir maldiciones y disparates en medio de la corriente del rió, la pequeña creyendo que necesitaba ayuda corrió hacia el otro lado, bajo por una de la escaleras del puente hacia la orilla del rió.

-¡ Señor!, ¿¡se encuentra bien!?- grito la pequeña a aquella extraña aparición.

Logro observar como esa cosa se acercaba a su ubicación, al principio pensó que la atacaría por el rostro enfurecido que se le veía, pero se entero de que to tenia malas intenciones cuando desde debajo de la superficie del agua le escucho decir:

《¿Puedes entenderme?》

- si...

《 ¿como? yo ya estoy muerto y tu sigues viva》

- siempre he podido señor, mi tía me contó que mi mamá también lo hacia, pero nadie le creyó.

《...》

- ademas siempre me molestan todos en mi vecindario por ser hacia por hablar con los que son como usted...

《 ¿por que te molestan?, solo por eso, vaya mira que tontos son...porque cuando ellos esten muertos y quieran ayuda nadie los oirá, créeme al final todo se termina cobrando》

- jeje si supongo, oiga ¿y usted tuvo su cobro de cuentas? (ñ.ñ)

《...》

-¿Señor?

《no...》

-oh oh perdón no quise molestarlo así

《no, no hay problema...¿sabes? me recuerdas a mi hijita Wendy》

- oh, y ella anda por allí también

《 ojala que no, espero que no le halla tocado sufrir igual a mi》

- ojala verdad, bueno a todo esto me llamo Lily ¿y usted?

《 Me llamo Tom O'damiel, encantado de conocerte señorita Lily》

- oh vamos no hace falta esos modos de un Paddy hacia una Scotland ( apodos para Irlandeses y Escoceses en esa época)

《 Seria descortés de mi parte en cualquier caso, se decía que de mi comarca yo era el mas intelectual de todos, por ello conseguí a mi esposa Sue, y como olvidar de todos mis compatriotas de Escocia y de Gales》

- ¿era bonita?

《 Era las mas bella del mundo》

*Interrupción*
(Suena el Big Ben con las doce campanadas y Tom empieza a desaparecer)


- ¡ Espere no se vaya!

《 Perdón ya es media noche no puedo quedarme mas...tu también deberías irte, podría pasarte algo...》

- No, volveré mañana...odios- se va corriendo

《 adiós...pequeña Lily》

Desde aquella ocasión el fantasma del Tamesis y la "niñabruja" que así le decían sus compañeros en la escuela, siempre le contaba a Tom todo lo que le pasaba, el solo la animaba y que mientras estuviese viva el estaría tranquilo, se volvieron muy buenos amigos, aunque solo se veían de vez en cuando Lily sentía un gran apego y respeto por aquel solitario hombre en busca de su ritribucion, y el chico Tom por su pequeña amiga a quien le recordaba su hija, aunque para desgracia de ambos el tiempo empezaba a cobrar cuentas graves la pequeña Lily fue creciendo hasta que poco a poco perdió la capacidad de oírlo, mientras que Tom por haber permanecido mucho tiempo en el mundo físico estaba empezando a perder sus capacidades motoras y de racionamiento, paso a convertirse en una masa espiritual inmóvil e informe con el único pensamiento y recuerdo que mantenía flotando en su mente era el del día de su muerte y lo que había pasado antes.

Separados quedaron hasta que Lily cumplió los 17...

Era pues una mañana fría y húmeda típica de Londres en invierno Lily MacDonnel partía a buscar algo de comer mendigando en las calles grasientas y aceitosas de Jude street, andaba andrajosa y despeinada, con la cara de no haber comido en semanas, no era del todo falso desde que apresaron a su tía por haber hecho mal de ojo a un cura en plena misa.

Le dejo a cambio una casa echa pedazos, libros de brujería, una pobreza marginal y la perdición de la bebida y el tabaco.

Vagaba por Jude street tambaleándose y escupiendo,mientras un obrero la seguía desde hace ya rato, giro en una esquina, lo que sucedería después seria la causa de toda la sangre que vendría...


Shinda NekoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora