El peligro parecía haberse conjurado. Más el témpano, con un espolonazo bajo las aguas, había abierto una enorme hendidura en el casco del buque. En el recinto de la caldera número 6, el fogonero Fred Barret estaba hablando con el segundo oficial de la máquina cuando se encendió la luz roja de alarma. Se sucedió enseguida un estruendo ensordecedor, mientras toda la pared de acero de la embarcación se abrió, dejando pasar un torbellino de espuma blanca...La última visión que tuvieron los supervivientes del Titanic fue la elevación de la popa y el último parpadeo de las luces, antes del hundimiento definitivo... Eran las 2.20 del lunes 15 de abril.
Hasta las 12.45 no fue arriado el primer bote salvavidas de estribor, el número 7, con capacidad para 65 personas, pero que partió sólo con 28.
Los siguientes, de características similares, tampoco regresaron para recoger a más náufragos, algunos de los cuales -como apuntábamos- hubieran podido ser salvados. A la 1.10 se arrió el último bote de babor, con sólo 39 ocupantes. Algunos consiguieron asirse a tablas u otros improvisados flotadores, con la esperanza de ser recogidos por los botes o algún barco, pero el frío no tardó en acabar con ellos.
Así murió el Titanic, el insumergible. A las 2.20 del día 15 de abril, el imponente buque, luego de haberse empinado, comenzó a deslizarse bajo el agua. Hasta que al fin, en una nube de espuma, las aguas cubrieron el asta de la bandera de popa. Con la nave desaparecieron 1.503 personas.
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El Titanic
Ficção HistóricaLa verdadera historia del transatlántico mas lujoso y grande de 1912. La verdad está aquí...