Capítulo 3: Celos

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Nuevo capiii espero y les gusteee...xDD

Pov Steven

- Bueno mi nombre es Alexander y voy a estar un tiempo con ustedes, vengo de Europa, y espero llevarme bien con todos - Dijo con una enorme sonrisa que hizo suspirar a más de una chica.


- Bien Alexander elige un asiento- susurro amablemente el profesor mientras le daba la espalda, Alexander comenzó a caminar ignorando a las chicas desesperadas por que se sentaran a su lado, para mi mala suerte se sentó justo atrás mío con una sonrisa de lo más provocativa, varias chicas me miraron con odio pero yo solo decidí ignorarlas.

- Vaya veo que entraste en mi territorio- gruño Sebastián que se había sentado justo a mi lado derecho con la clara intención de buscar venganza.

- Jajaja.. Yo creo que es al revés..- respondió Alexander con una mirada furiosa, mis mejillas se prendieron en un tono intenso de rojo al sentir la experta mano del pelinegro en mi entrepierna, siendo detenida por la mano de Sebastián quien había hecho presión lastimándome.


- Ya basta los dos- gruñí un poco excitado por la situación, o claro y ahora yo soy el pervertido.


- Alumno Steven quiere acaso compartir algo con la clase..- me regaño el profesor dejándome atónito, estos imbéciles me violan aquí y el no hace nada, pero si digo no por favor ahí va el y me regaña lo que faltaba.


- No profe no pasa nada..- dije tragándome mi orgullo, para luego mandarles una mirada asesina a Sebastián y Alexander.

Las horas pasaron lentamente logrando que mi cabeza se perturbara por el hambre y por las horribles clases de los profesores, más que todo por matemática me pregunto ¿a quién se le ocurre colocar matemática de primera para luego seguirle historia? es que están locos, si ese es la palabra correcta o por lo menos es lo que creo.

Las bromas pesadas entre Alexander y Sebastián fueron aumentando siendo yo el único regañado y con amenazas de expulsión el primer día, si que es una torturar más que todo por el hecho de que Alexander aprovechaba cada distracción para poder acariciar mi cuerpo, lo que me hacía pensar que estaba siendo acosado por el supuesto rey demonio quien decía me iba proteger o vaya esa es una forma muy original de proteger.

- Si no te gusta bien puedo mejorarla..- susurro sensualmente Alexander mordiéndome la oreja lo mire asesina mente, para luego darle un pequeño codazo.

- Aléjate maldito pervertido..- gruñí mientras hacia todos mis esfuerzos por no verle la cara.

- Si me masturbas prometo quedarme quietecito o claro a menos que, bueno te habrás de piernas al llegar a casa..- me volvió a decir mientras sus manos se colaban por debajo de mi camisa.

- ¡¡MALDITO CABRON!!..- exploto por fin Sebastián quien se había levantado de su pupitre para romperle lo que se llama cara a Alexander, y esta vez créanme que estaba que tomaba unos pompones y me ponía animar a Sebastián, porque ya este demonio de pacotilla me tenía harto.

- Ja..- se burló el pelinegro deteniendo el golpe del pelirrojo para luego doblarle la muñeca, me levante enseguida como si me hubieran puesto un chinche en el culo, para tomar y detener a Alexander.

- Basta lo lastimas..- me enoje mientras escuchaba los gritos de dolor de Sebastián que se movían con desesperación.

- ¿Pero que creen que hacen?.. Steven y Alexander a la dirección ahora mismo y lleven su compañero a la enfermería, y luego que los acompañe y dígale que no sea tan chillón ni que le fuera roto el brazo..- Gruño la profesora de historia, de verdad esa mujer estaba loca era obvio que se lo había doblado, aun así no me atreví a decir nada y ayude a poner a Sebastián de pie recostándole en mi cuerpo, recibiendo un gruñido de molestia por parte de Alexander.

- Cállate porque tú eres el culpable..- dije mientras caminaba a la enfermaría junto con el pelirrojo seguido del demonio que no dejaba de gruñir.

Caminamos en silencio nadie se atrevía a decir nada, más que todo por lo que acababa de suceder, me sentía incómodo pues la mirada de Alexander no se despegaba de mi nuca era como si me atravesara, llegamos a la enfermería ayude a acostar a Sebastián en la camilla para luego buscar con la mirada a la enfermera.

- Disculpe un compañero mío se lastimo será que lo puede revisar- pedí amablemente a la señora que aparentaba más de 45 años, su cabello canoso daba a destacar que pronto se retiraría para seguro entrar a un asilo de ancianos.

- Claro joven haber..- dijo mientras se acercaba a la camilla de Sebastián, lo mire con preocupación para luego sentir la mano de Alexander que me tomo, y me llevo con él a la fuerza, hacia la salida de la enfermería.

- Pero qué crees que haces, hay que esperar a Sebas..- no pude terminar de hablar pues fui callado con un beso salvaje por parte del mayor, que me había acorralado contra la pared sin importarle quien nos pudiera ver.

- Escúchame bien Steven tu eres mío entiende MIO.. – me recalco asiéndome pensar que estaba celoso- y no estoy celoso solo te lo digo porque si te veo con otro que no sea yo, juro que matare a ese maldito hijo de.... y a ti te aseguro que te meteré una navaja en tu trasero virgen conste..- me amenazó con firmeza, lo que me hace pensar, que si no está celoso entonces ¿qué sería de mi si lo estuviera?.

- Escúchame bien yo puedo acostarme con quien yo quiera, tener sexo con quien yo desee, porque para que lo sepas tu y yo no somos nada entiendes..- dije de manera altanera, si como no, ahora soy Superman, no puede defenderme de Sebastián, y ahora puedo con Alexander ah.. Mi vida es un desastre.

- Si quieres puedes probarme y así podemos ver si eres o no mío..- gruño con voz ronca acariciando mis glúteos, y lamiendo con sensualidad mi cuello- dime Steven no quieres provocarme..- me susurro haciendo presión en mi miembro.

- Ahh..- gemí con vergüenza, para luego empujar el cuerpo de Alexander quien ni se movió- ya basta se supone que estas aquí para defenderme, hicimos un pacto y debes cumplirlo – gruñí mientras trataba con todas mis fuerzas separarme de él.

- Jajaj el pacto era que te salvaría la vida y lo hice, ahora tú debes cumplir tu parte..- me dijo con una sonrisa burlona mientras seguía acariciándome.

- Y se puede saber ¿qué es lo que tengo que hacer?..- gruñí con todas las intenciones de deshacerme de Alexander.

- Umm.. no tengo porque decírtelo averígualo por ti mismo.. Pero recuerda soy un demonio por lo tanto aun cuando cumplas tu parte del trato, no estoy obligado a decirte que lo hiciste y bien puedo seguir aprovechándome un poco más..- gruño para luego besarme los labios con sensualidad, me quede totalmente sorprendido pensando con qué diantres me había metido.

Hasta aquiii el capii espero y lo disfrutarannn chaooo...xDD

Rey DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora