Porque fuiste tú, siempre tú, la definición del amor y la traición.
Pov. Anne
Me sacudí y sonreí, a estas alturas era mucho más fácil hacerlo y sentirlo, era feliz, demasiado feliz para dejar a mi cabeza envolverse en las cosas sin sentido, observe a Aaron recién duchado, el cabello rubio le caía en suaves ondas onduladas, Sonreí y lo ame más, Cada día lo amaba más, él se giro y me observo serio
- Anne... - Me observo nostálgico y me sonrió débilmente - Nena no sabes cuanto te quiero
Me puse de pie y me acerque
- Lo sé, como yo a ti - él asintió vagamente y tomo mi mano para salir de la habitación, bajamos las escaleras de su casa, el ambiente estaba tenso, aveces las situaciones menos creíbles son las que suceden, hacía un mes que habíamos acabado la escuela y ahora estábamos listos para iniciar ambos en la Universidad del Estado, decidimos ambos aceptar en la misma Universidad para no estar lejos teníamos una situación extrema que nos obligó un poco a esta decisión, al final quienes se habían divorciado más rápido fueron los papás de Aaron y no los míos, mis padres estaban en una cosa rara de reconciliación y Alice flipaba de la emoción yo igual no lo podía negar, si, en un mes pasan demasiadas cosas, como un condón roto y las posibilidades de un embarazo. Yo soy feliz y Aarón igual aunque eso complique un poco nuestra situación en la Universidad.
Bajamos y caminamos para salir de la casa nada hogareña que había sido cuando conocí a los papás de mi novio, me abrió la puerta del asiento del copiloto de su auto, luego camina para abordar, me miro y sonrió tenso, encendió el auto y salimos a la calle, tomamos el camino y observe de reojo a la pareja caminando de la mano, ambos de negro, ambos felices al parecer, no mire en dirección de él, mire a Aaron y tome su mano
- Todo va ser a favor de ella
- Lo sé, es sólo que es duro nena
- Lo se cariño, créeme lo sé, pero irá bien, ella no es la culpable en esta situación
- Quiero destruirlo
- No vale la pena el esfuerzo Aarón, él tomó una decisión, él debe vivir con ello
- Te quiero tanto Ana - Dice, él casi nunca me llama Ana, pero ahora lo hacía sonar especial y con mucha sinceridad
-Yo te quiero a tí, juntos, siempre juntos
- Si - Murmuro y seguimos el resto del camino sin hablar, al llegar al juzgado, caminamos hasta la sala donde llevaría a cabo la última parte del divorcio.
....
Miro con profundo pesar la ventana de la habitación y luego negué, era imposible, me di la vuelta y abandono nuestra habitación, observo a Aaron caminar en boxers alrededor de la cocina y Sonreí, el es sexi como el demonio.
- ¿Que tienes para mi chico sexi? - Él alza la mirada sobre sus hombros, sus ojos verdes brillando con emoción
- No soy bueno en esto nena, pero lo intento
- De acuerdo - Asentí y me acerque, el pitido de un móvil hizo que sus hombros se tensaran
- Tengo que revisar eso, dame un minuto y tomaremos el desayuno juntos - Me da un beso en la mejilla y se gira para salir de nuestra diminuta cocina, me acerque para ver que era lo que preparaba, ya tenia casi listo el desayuno, miro alrededor y me siento aún un poco desubicada, llevamos un mes en nuestro nuevo departamento y nos estamos adaptando, Aaron regresa con sus jeans y playera ya en él, luce preocupado y tenso
