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Tu vaso es horrible.-Un niño reprochó sobre mi.-Eres fea y tonta.
Comencé a llorar, como nunca, haciendo reir a todos mis compañeros.

-Julieta, que sucede?.-Dice Karinn arrodillandose ante mi. No respondí, no sabía que decirle, aquellos niños me habían ofendido bastante.-Tranquila, ya no llores, estaré aquí para ti, si?.-Dijo envolviéndome en sus brazos tratando de calmarme.-¿Que te han dicho?

-Tonta y fea.-Dije entre lágrimas y pude ver como castigó a aquel niño que me había ofendido en un rincón.

-Julieta, quiero que te sientas segura en esta escuela, jamas estaras sola.

Pero todo aquello fue mentira...

*5 años después*

Estoy en comienzo de 4to grado y como todos los primeros días cada curso hace una fila esperando a que lleguen sus compañeros. Luego allí nos anunciarían quien sería nuestra docente. Aunque todos sabíamos bien quien nos tocaría: la profesora Nathaly, la más buena de todas las ancianas de ahí.
Una vez todo esto, nos mandaron a nuestros salones; todo muy organizado, muy decorativo, y observando a mis compañeros, vaya que no han cambiado en absolutamente nada, los mismos ascos de siempre, tanto chicos como chicas.
La clase transcurrió rápido ya que por el hecho de que la maestra sabía quien era cada uno de nosotros, no tuvimos que presentarnos como se suelen hacer siempre los primeros días. Tocó campana de recreo, mi mejor amiga hoy no había asistido. Me encontraba sola en la quinta, mientras todos los niños de todos los cursos jugaban unos con otros, de pronto estoy pasando cerca del territorio donde suelen jugar los chicos al futbol siempre, y allí sentada en un banco veo a una niña de pelo largo atado en una coleta de caballo, con una botella de agua en su mano; he oído hablar de ella por mi mejor amiga, pero jamas había hablado con ella, y no la dejaría sola allí.

-¿Como te llamas?.-Me acerco y comienzo a socializar.

-Diana.-Demoró un poco en contestar, se la veía tímida.

-Bello nombre, el año pasado te he visto con una niña, ¿quien era?.-Comencé a hacerle preguntas.

-Mi mejor amiga, Melania.-Respondió cabizbaja.

-Ah.-Fue lo único que supe decir cuando vi que tomo un sorbo de su pequeña botella de agua

-¿Por que nunca hablas?.-Por mi gran curiosidad, jamas la escuché decir una sola palabra, era muda, muda en el sentido "extremadamente callada"

¿Podría ser su amiga? ¿ella querría serlo?

Cabizbaja movió su cabeza de lado a lado en forma de no y dobló sus labios para el costado. Está bien, si no quiere hablar no la obligare, pero tampoco la dejaré sola aquí.

-¿No te gusta hablar, verdad?.-Movió su cabeza de lado a lado. Se que será aburrido hablar con ella, pero realmente no quiero dejarla sola, quiero saber más sobre ella y que oculta tras esos ojos que observan el suelo siempre.

De pronto la campana tocó, eso quería decir que el recreo ya había llegado a su fin. Me despedí de ella y le dije que en el próximo recreo nos veíamos, ella asintió y todos volvimos a nuestros salones.

My lifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora