La historia de una chica dulce...

48 5 1
                                    


Todos sus amigos lo sabían, ella era mucho para él. Su problema no era ser empalagosa como lo pensó alguna vez, su problema era ser insegura. Todos se dieron cuenta desde que lo mencionó la primera vez, que sería una historia imposible pero a), no le dijeron y b), ella se aferró desde el momento en que él dijo "me gustas Dana"

Lo conoció en un movimiento religioso gracias a una amiga, Johny era sobrino de su amiga, él era mayor y Dana lo sabía, sabía que no debía posar los ojos en él, que no debía darle paso a un pensamiento; sabía que solo podría tenerlo como una linda fantasía y que en su cabeza, todo lo que sintiera estaría seguro. Pero el tiempo empezó a ahogarla, se oían sus gritos de desesperación. Se enteró que él se iría, la última noche que se vieron, no se prometieron amor eterno. Ella aún no le externaba sus sentimientos y tampoco sabía si era producto de su imaginación o si él estaba interesado, de cualquier manera tampoco le preguntó. La última noche, ellos jugaron, rieron, platicaron muy cómodos, él le preguntó sobre sus estudios y ella le respondió, preguntó sobre los libros que leían y  le contó, también cantaron juntos, ella se puso nerviosa al oír su voz. Ciertamente para muchos, él cantaba mal pero a Dana no le importó. Era feliz imaginando que la canción iba hacia ella. No se equivocó, pero lo supo hasta después. La última noche, ella suelta un suspiro cuando me lo cuenta; que sus manos se chocaron más de una vez y él la tomó, por un juego claro, pero la tomó. Ella se ponía contenta y sus ojos brillaban de felicidad. Me gusta verla así, detonante, expulsando vida y alegría por su rededor. Me gusta ver el brillo en sus ojos y el rosa en sus mejillas, me gusta su boca curvada en una sonrisa. Pero también me preocupaba, porque después del día viene la noche y no quería ver la lluvia en sus ojos, eran muy bellos para tener agua dentro, no quería ver su mal humor, odiando al mundo porque fue herida, no quería verla extender los brazos para sentirse querida nuevamente, habíamos pasado ese proceso ya varias veces y me dolía repetirlo.

Dana, su nombre tan corto y bonito. La última vez que vio a Johny fue el 14 de febrero, ¿quién le diría entonces a mi niña que él se marcharía? Lo escuchó hablar con su tía, por eso su supo de su partida. Decidió dar el primer paso sin esperar más y le mandó mensaje, él lo respondió rápido y la magia surgió. Al principio ambos eran tímidos e indirectamente, se decían que se gustaban. Que par de tontos, el tiempo que perdieron sin saber que se correspondían. 

Oficialmente, después de dos semanas de su partida él le había confesado sus sentimientos, había dicho "Dana, cuando empezamos a hablar solo me gustabas, ahora te quiero". Pero nosotros, los amigos de ella, sabíamos que su querer no sería suficiente para nuestra pequeña. No, ella no era exigente, ella es soñadora; entregaba su corazón con las palabras más sencillas. Lo triste de la vida de Dana es que ella es amor puro y no lo nota. Mejor dicho, Dana es de las personas que dan más de lo que reciben. 

Y no me equivoqué, aunque hubiera preferido sí estarlo, tuvieron su primera pelea. Johny es muy inseguro y para ella es cansado. No se comporta como alguien de su edad, él tenía 22 años, pero parecía un chiquillo de quince que tiene a su primera novia. Él no lo sabía pero cada que le decía cosas como "El chico que sea tu novio será afortunado" la hería, entonces era cuando ella le recriminaba y le decía "te quiero a ti, sólo a ti". 

Pero la insistencia, el decir de él que era "realismo" porque le rompieron el corazón antes, resultaba patético. Ella también ha sufrido mal de amores, la han rechazado, la han terminado, la han humillado, pero lo mejor de esa chica, es que a pesar de lo maltratado que se pueda encontrar su corazón, sigue latiendo y sigue dando lo mejor de sí misma a tontos como él. 

Su primera pelea fue algo que la devastó, las palabras que dijo quedarán en su mente "Lo siento, pero creo que te fijaste en el chico equivocado".  Aún la recuerdo contándomelo, sus ojos tan lindos llorando, su voz quebrada, el nudo que imagino no la dejaba hablar bien, el dolor expresado en su rostro y el coraje al mostrarse tan débil en público. Porque ella es así, no le gusta dar lástima, no le gusta sentirse débil, no le gusta sentirse como una carga para el mundo. Recuerdo que nos contó que después de eso, no le habló en todo el día y le rompió más el corazón saber que él tampoco la buscó. Pero el Lunes por la mañana, ella le envió un mensaje, él tendría un evento importante así que le dedicó un buen día, que dolor debió sentir y cuando le respondió, saber que le hablaba como si nada, tan tranquilo como siempre mientras ella luchaba por ser fría, por tratarlo con desprecio para que notara lo que perdía, que triste porque no reaccionó. 

****

Una semana después, volvieron a llevarse bien, ¿cómo? No lo recuerdo. Sólo sé que ella llegó a la escuela con una sonrisa muy deslumbrante y me contó que habían hablado y él había dicho cuánto la quería, me contó que era feliz cuando él se comportaba así, cuando le demostraba que el mundo estaba equivocado y que de verdad la apreciaba cosa que tienen que saber de Dana es eso, ella es muy ingenua. Confía ciegamente en lo que les he dicho. 

Y venía lo mejor hasta este día, su cumpleaños. Que lindo pensaría uno, porque ambos son del mes de abril, ella del cuatro y él del veintiocho. Y dado que venía su cumpleaños, ella quería darle un regalo para que él la tuviera presente. A pesar de que ya tiene dos días que no hablan, ella quería comprarle un presente, ahorró dos semanas enteras de su dinero, trabajó haciendo tareas de otras personas para ganar dinero pero aún le faltaba cotizar los gastos de envío. Porque seguimos en lo mismo, él está allá y ella aquí y tal vez muy en el fondo él de verdad quiera a mi niña pero, tal vez la distancia lo hace desistir... es un misterio que no sabremos nunca, supongo. Dana no tenía la dirección de él así que hoy le pidió a la tía de Johny la dirección, pero el consejo que ella como amiga le brindó fue, que se retirara. Yo opino lo mismo, es lo mejor para ella. Sabemos que llorará un poco, que tendremos que aguantar su dolor y tristeza pero también sabemos que al final, ella volverá a sonreír. 

La decisión de Dana fue seguir el consejo, ella me contó que sí se retirará. Sólo que seguirá aquel dicho que dice "No vivas para que tu presencia se note, si no para que tu ausencia se sienta".  Lo que quiero decir es que se irá en silencio y para cuando él se de cuenta, ya será demasiado tarde. 

Supongo que para algunos eso es cruel pero, yo considero que es justo. Él ya jugó por un buen tiempo y ella, no hace más que retirarse de la mesa. A final de cuentas, mucho le aguantó y oportunidades él tuvo. Tal vez como lector a ti esta historia no te quede clara pero no dispongo de tiempo para contarla como fue con detalles y eso. Yo solamente escribo para dejar evidencia en algún punto, de lo magnífica que ella es. Relato, para que cuando ella dude, tenga esto de consuelo y crea en sí misma. 

***

Dedicado a todas las Danas del mundo, que no esperan a que la vida les sonría, siempre llevan una sonrisa por la vida.   

La historia de una chica dulceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora