Por favor, no me mientas. No me hagas creer que entre nosotros no sucede nada, cuando ambos sabemos que nos desvelamos pensando en el otro. No me mientas. No sigas evitando el cruce de nuestras miradas, bajando la cabeza cada vez que estamos frente a frente. Deja de fingir que no sientes nada al verme, porque me siento morir al no sentirme correspondida por tí. Deja de mentirme, no mientas. Queremos estar juntos, queremos querernos, pero no quieres aceptarlo. Nadie ha muerto de amor, deja de temer a tus propios sentimientos.
Lo he oído de otras voces, y a pesar de que la idea me encanta, aún no lo oigo de tí...
Por favor, ¿qué más necesitas? te he demostrado día y noche que no puedo sin tí, extraño tu voz, tus suaves manos, tus abrazos que volvían a unirme cuando me sentía completamente derrumbada. Te extraño a tí y a esa tonta manera de dejarte amar.
¿Podemos decidirnos ya? No soporto el verte cada día, y tener que fingir que sólo eres un amigo más, imaginar que no ha pasado nada es muy difícil, porque a pesar de que fue fugaz, fue real, y ambos sabemos eso.
Sé que tienes las mismas ganas que yo, de que esto funcione, de intentarlo y ésta vez sin tantos errores.
Recuerdo que me preguntaste si te odiaba... ¿cómo odiarte, precioso? si eres la única persona que me ha hecho sentir real, a quién recurro cuando algo sucede, y yo soy en quién piensas hasta ponerte nervioso, lo sé porque me produces lo mismo.
Dejemos de disfrazar de amistad nuestros sentimientos, me tiene al borde de un abismo el saber que quizá me correspondes, o quizá no... es todo tan particular contigo.
Deja de mentirme, deja de mentirte... y por favor, eligeme.
