Respondiendo a tus mensajes que piden un regreso...

58 5 0
                                    

Revisando mi correo me encuentro con mensajes tuyos, que en algún momento enviaste y yo ni me di cuenta, pensándolo más detalladamente llego a la conclusión de que los enviaste aquí porque sabes que casi nunca veo este correo, que cuando los hubiera visto ya habría pasado tiempo.

Los leo y en ellos me dices que en este tiempo que decidiste tomar, has reflexionado sobre nuestra relación, que estando solo comprendiste que te gusta estar mucho conmigo, que para eso era el tiempo que me pediste, para saber si en verdad me querías, si en verdad valía la pena arriesgar tu comodidad para estar conmigo.

Yo no sé que se supone que deba pensar después de leer esto, pero si sé que esas cosas que escribiste no me hacen sentir afortunada ni mucho menos entender porque decidiste irte así nada más, poniendo como pretexto tus planes de estudio. ¿Alejarte para saber qué es lo que quieres?

Eso sólo lo hacen los cobardes, que no saben lo que quieren, que no se conocen, que tienen miedo de arriesgarse un poco y así, ahí donde estés saber si vas por buen camino o no.

Te fuiste varios meses, yo te propuse que me dijeras cuanto tiempo y así yo esperarte, porque en aquel momento todavía pudiste haber aprovechado mi estupidez. Te pedí una cantidad de tiempo aunque lo exageraras, de esta forma yo estaría mentalizada a esa cantidad, yo te esperaría en¿l tiempo que dijeras. Decidiste no dármelo, me diste a entender, que ni siquiera estabas seguro de volver, yo hice lo que pude el tiempo que tuve que estar sola.

Siempre, desde amigos, yo te hice saber que era lista en las cuestiones amorosas, que por eso no me llegaba nunca a enamorar de alguien, porque todo el tiempo yo me la pasaba valorando las situaciones y las decisiones, porque tenía la capacidad de pensar con la cabeza y no con el corazón. Lo sabías muy bien, pero con el paso de los meses y con la ayuda de la predisposición que teníamos por querer enamorarnos, pues me enamoré, dejé de pensar con la cabeza, porque las cosas iban muy bien. Nunca me detuve un poco a pensar que es lo que estaba sucediendo contigo y conmigo.

Me supiste enamorada y sentiste miedo de lo importante que era eso, te alejaste, dijiste que te dolía tanto como a mí, cosa que nunca te creí porque tú nunca bajaste la guardia, después lo vi.

Yo hice lo que tenía que hacer, dejar de sentirme enamorada y después pensar concretamente con la cabeza, no me diste opciones, no me diste tiempo, ignoraste mis opiniones y te fuiste so pretexto de tu crecimiento personal y profesional. Tuve que dejarte ir. Y hoy no tengo ninguna intención de volver, sane por dentro y fui sensata al no detener tu vuelo. Cuando en verdad quieres algo o a alguien, jamás y déjame repetírtelo, JAMÁS te vas para saber si es que en verdad lo querías. Cuando se quiere, se quiere como lo más preciado y se lucha por ello.

  Hoy que el tiempo ha pasado, por supuesto que te he olvidado, no pretendas que conteste tus mensajes o que asista a tus invitaciones, tú muy bien sabías que yo era lista y lo fui dejándote ir, después de todo esto es lo que querías.  

Love in flamesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora