Capítulo 11

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Mientras me susurraba al oído otras cosas algo... Indecentes, Me tomaba de la cintura, me iba acercando a él más y más, eso me estaba gustando mucho, me estaba dejando llevar... Era como si estuviera siendo consumida por su olor, su voz... Su sonrisa... Se me estaba llendo de las manos el ramo que sostenía, estaba temblorosa, cada vez notaba, veía y sentía el rostro y cuerpo de Víctor más cerca, recordaba el momento en que me dio mi primer beso, ya casi podía sentir esos labios suaves entrelazados con los míos, Dios, en verdad, ya casi me los estaba saboreando, cuando su nariz rozaba la mía por un costado...

-¡¡Ajám!!- toció mi padre para llamar nuestra atención y dejar de hacer 'estas cosas' en su presencia.

Nos controlamos un poco, nos despedimos de los demás y salimos de casa, subimos a su auto y conducimos hasta el parque que queda a 10 cuadras de mi casa.

[...]

Una vez ahí estuvimos caminando y platicando de cosas absurdas.

-Entonces... ¿No te gusta la zanahoria?-dije con un gesto de confundimiento

-No... No me gusta- se echó a reír

-Pero, a ver, si el repollo es morado, ¿por qué el pollo normal es de otro color?-cuestioné divertida

-Pues si el sol encandila a todos, uno se pregunta si también encandilará a los ciegos-comentó para que surgiera esa cuestión en mi.

-¿Has ido a un parque acuático?- preguntó. Negué con la cabeza.

-¿Te parecería bien si nos vemos mañana para ir a uno?- dijo

-No lo se... creo que mañana...- no me dejó terminar la frase, me robó un beso, y gritó corriendo hacia su auto:

-¡TE VEO A LAS CINCO MAÑANA!-le dediqué un gesto de confundida y sólo siguió diciendo:

-¡¡TE ESTÁS LISTA!!- y arrancó disparado como una bala en su auto.

Me quedé atónita sin saber qué hacer en el parque, me tenía que poner a pensar en todo esto que tengo con Víctor, espera... Siquiera, ¿tenemos algo?, durante el transcurso de el parque a mi casa miré parejas pasar, niños, señoras, jóvenes con sus amigos, me quedé pensando si en verdad le intereso a Víctor, he leído millones de casos similares a "nosotros" en internet y siempre resulta que el chico "nunca" le dio motivos para enamorarse a la chica y termina siendo un amor no correspondido. En verdad me gusta Víctor pero... ¿estoy enamorada de él?, no lo sé, en verdad, no lo conozco desde hace mucho, siento que todo está llendo muy rápido, creo que necesitamos más tiempo, por ende, mañana me tomaré todo el día para conocerlo.

[...]

9 a.m. Sábado por la mañana.

Suena el despertador como de costumbre, el sol sale como de costumbre y entra por mi ventana, la verdad, hoy me siento feliz y motivada, estoy bastante entusiasmada por conocer más a fondo a Víctor, creo que será un muy buen día. Me aseo, me quito la pijama y me pongo un short corto gris con una blusa naranja que me queda grande como por 2 tallas o 3, a decir verdad, odio el color naranja, es un color ¡agh!, pero en la ropa, creo que se ve precioso. Preparé el desayuno, Huevos con tocino, jugo de naranja pasteurizado, y mi laptop al lado lista para ver una serie, me puse a ver (Kiznaiver) y comencé mi desayuno, a penas me di cuenta que la casa estaba muy callada, lo usual es escuchar gritos de mamá hacia Eduardo por no rejuntar sus cosas, pero, no había nada, algo estaba ocurriendo, paré de ver mi serie y me paré de la silla con cuidado de no hacer ruido alguno, fui despacio por cada habitación tratando de encontrar a alguien pero no, no había nadie en casa, estaba completamente sola, eso me gusta muchísimo, pero me pregunto, ¿mis padres y Eddy dónde están?, puse en mi lap "Hello- Adele" y me puse a cantar a todo pulmón, cantar es mi fascinación, es de las cosas que más me gusta hacer, me fijé en la hora, 10 a.m. ¡que rápido!, fui corriendo a el comedor a terminar de ver mi anime y de desayunar. Terminé a eso de las 10:19 a.m. recojí mi plato y subí a mi cuarto, me maquillé un poco y tomé un libro de mi estándar de libros nuevos, últimamente no había tenido tiempo de leer y me dispuse a leer "Estado de miedo- Michael Crichton", pero antes de abrirlo, tomé mi teléfono y vi que tenía dos mensajes, uno de Víctor y otro de papá, abrí primero el de papá:

-Fuimos a visitar a tu tía Carmelita, como sé que no te agrada mucho por lo de la navidad pasada, decidimos venir sólo nosotros, perdón por no avisarte con antelación.-leí e hice un gesto de indiferencia.

-Está bien, no te preocupes, iré al parque acuático con Víctor, me traen pollo frito cuando vuelvan, por favor.- se me antojó pensar en pollo frito, a pesar de haber recién desayunado, ahora sí, leí, leí, leí, y leí hasta que me dieron las 4:50, Víctor estaba apunto de llegar, y yo seguía en mi mundo, suerte que me di cuenta de la hora gracias a un mensaje de mi padre:

-Claro, volvemos a las 11:00, llegas antes.- escribió con su típico toque sobre-protector, sonreí al ver eso, tenía que llegar antes de las once, y no sabía si me iba a alcanzar todo el día para conocer a fondo a Víctor, luego de mirar el libro con la vista perdida como por 5 minutos, caí en la cuenta de que, tengo toda la vida para conocer a Víctor, no son necesarias las prisas, ¿para qué correr si me gusta más caminar?

Dieron las 5, se me hacía raro que no estuviera ya sonando el timbre, Víctor siempre llega puntual. Asomé la cabeza por la ventana, y me pegó una pequeña piedrita en medio de la frente, cosa que me hizo dar un respingo, me toqué la frente para ver si no estaba sangrando, la verdad era que no me había dolido el golpe, pero para asegurar. Miré de pronto en la banqueta, a Víctor parado, examinándome para saber si no me había pasado nada, al ver que lo miraba extrañada desde la ventana de mi cuarto retiró la mirada algo... Avergonzado, Dios santo, puedo jurar haberlo visto ruborizado... *Me siento afortunada* pensé, de pronto, bajé corriendo las escaleras, tomé mi teléfono y mi bolso, y abrí de golpe la puerta de la entrada, y ahí estábamos, los dos, frente a frente, de repente, no sabíamos qué hacer o decir, como si fuésemos dos tórtolos hechizados a primera vista, como bobos mirándonos y anhelando compartir con el otro todos estos sentimientos, cerré despacio la puerta detrás de mi, miré esos ojos color verde cromo que tanto me encantaban, respiré hondo y le dije:

-¿Listo?-con una sonrisa de medio lado y sin despegar ni un sólo segundo la mirada de sus ojos

-Yo siempre, la pregunta es ¿Tú lo estás también?- lo dijo con un tono burlón, me limité a contestar y sólo asentí con un ademán, rápido me tomó de la mano y me jaló, fuimos corriendo como unos locos por la calle, mientras la gente nos miraba extraño, le pregunté una vez:

-¿Por qué tanta prisa? Hoy no traes auto, eso es algo innusual en ti-comenté cuando me solté de su agarré, con respiración agitada, tratándo de recuperar el aliento, mientras él corrió unos pocos metros más que yo para empezar a detenerse.

-Hoy es un día lindo como tú...- se detuvo unos segundos al ver cómo reaccionaba a eso.- tenemos que aprovecharlo-dijo entuciasmado

-¿Pues qué esperas?-le dije con una sonrisa, y corrí de nuevo a donde estaba, para tomar su mano y seguir con esta locura. Por fin, después de 15 cuadras, dimos con el parque acuático, llamado "S ea" y mientras Víctor compró las entradas, tomé una foto a la entrada y se la mandé a papá, que sólo contestó con un "espero que te diviertas mi niña" lo cual me puso aún más contenta de lo que ya estaba, ya con los boletos y listos para entrar, Víctor paró a un hombre con, al rededor de 45 años a que nos tomara una foto juntos, como ya estábamos tomados de la mano, me abrazó y me alzó por encima de él y me besó para la foto, nos la tomó y salimos súper, como siempre, él salió hermoso, yo en cambio, pues, no arruino la foto, pero no soy el punto más atractivo de ella pero, no está nada mal, le dije que me la pasara por mensaje y eso hizo casi inmediatamente, entrelazados de las manos, entramos a aquél gigante parque de agua, pero algo que no esperábamos era encontrarnos con... Ella.

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⏰ Última actualización: Aug 08, 2016 ⏰

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