Nota creada el día 24 de Febrero.
Hoy es el día de la semana más largo
El día de la semana más pesado
Bienvenido miércoles, el único día de la semana en donde los directivos o quien sea que haga los horarios aprovechaba para colocar todas las materias del sistema en un día.
Y hoy también fue el primer día que te vi sonreír desde que todos supieron de tu problema.
Todos estábamos charlando y pasando un buen tiempo con todos.
Bueno a excepción tuya pues misses Clementina estaba escribiendo.
El profesor de inglés estaba sentado en su computadora, obviamente ya estaba harto de nosotros.
Porque somos buenos estudiantes, si, estoy seguro que era por eso.
Al cabo que, de un segundo a otro, la luz de la habitación titiló y se escuchó un estallido que venía de la mesa de este.
El cargador de su computadora portátil sé sobre calentó y explotó, ocasionando una pérdida de luz en el colegio.
Algunas chicas gritaron y un gran <<¡Mierda!>> retumbó por las paredes del curso, provenía de nuestro querido y un poco bastante afeminado profesor.
Todo quedó en silencio luego de que el mismo saliera del aula indicando que iba a inspeccionar lo sucedido.
El curso estaba oscuro y silencioso, las chicas tenían miedo y la mayoría de los chicos habían aprovechado para dormir.
Menos Lautaro, Lautaro optó por tirarse un fuerte y sonoro eructo.
Y ahí fue cuando te reíste, en el momento menos apropiado pero lo hiciste, y no fue cualquier risita, oh no, fue una carcajada que logró hacer que todos empezáramos a reír contigo.
Al llegar el profesor trajo consigo la luz, las clases siguieron en lo normal y en lo aburrido de siempre.
Te vi irte caminando a tu casa a medida que iba caminando a la parada.
Y así fue como termino el día miércoles.
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Buen día y buena semana, les dedico este capítulo a todas esas personas que saben sacarte una risa en los momentos más difíciles, gracias.
Victoria.
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No te lo diré y punto.
Historia CortaAquí está escrito mi secreto más ocultado, en las notas de mi teléfono, es aquél que no quiero que descubras y que tal vez jamás diré, porque es en este mismo espacio en el que escribiré sobre ti, Clementina.