Desvanecida

Obscuridad

Mucha gente pasaba por el largo pasillo sin color, aturdiéndome mientras espero en la sala, trataba de desvanecer cada palabra que salía de sus bocas mientras quito el barniz azul marino de mis uñas. Cuando la mujer de unos cuarenta años que esta tras el mostrador me llama.

- Karma Zwaan, la Srta. Grey te espera en su oficina. —dice sin ni una expresión.

Camine por el pasillo sin color hasta la oficina, la puerta estaba abierta. Me adentre y mire los ojos azul celeste de la Srta. Grey, ella no tenía más de veinticinco años, mientras la mujer tecleaba en su laptop me indica sentarme.

- ¿Cómo estas Karma?—pregunta aun mirando la pantalla.

- Bien—pienso—supongo. —digo con un suspiro.

- Okay, ¿has visto de nuevo a tu padre o a otra persona desconocida?—dice ahora con las manos en el escritorio y mirándome a los ojos.

- No—negó con la cabeza.

La mujer se para y continua haciéndome preguntas, de las cual el 10% sea cierto y 90% mentira, al igual que los formularios que me daba para llenar, en todas la cesiones.

Todo esto era demasiado estúpido, de parte de mi madre. Estoy segura de no ser esquizofrénica y mucho menos loca el hecho de soñar con papa significa estar loca, ella era la loca. No yo, mientras escucho y contesto sin pensar no sé cuánto tiempo pasa que cuando salgo del edificio ya está obscuro. Hay lluvia que cae en picada era una brisa o unas aguas nieve, me pongo el abrigo negro y camino por el pavimento en la obscuridad; los malditos faroles no servían algunos estaban completamente apagados otros parpadean y otros la luz es muy débil. Estaba a punto de cruzar la calle, cuando...

Un zumbido me aturde, y caigo de rodillas tapándome las orejas y cerrando fuerte los ojos. El zumbido se convierte en un grito y después otro y otro, me digno a abrir los ojos y miro atrás a los lados y la calle está vacía los gritos siguen ahí, pero no hay nadie en el lugar y la lluvia se intensifica. Me levanto, y aunque no soporto el ruido corro, pero aún se escuchan loas gritos. Y uno de ellos se escucha:

- ¡¡AYUDA!!—se oye la voz de un hombre. Era un grito ahogado y parecía estar sufriendo, la palabra se oía una y otra vez en mi cabeza.

Sigo corriendo y caigo en un charco de agua sucia empapándome aún más la ropa, pero me levanto y sigo corriendo, de vez en cuando miro hacia atrás no veía nada, hasta que la figura de un hombre se veía; corrí a todo lo que daba sin mirar atrás hasta llegar a casa.

Ya en la puerta principal las manos me temblaban y torpemente se me caen las llaves al piso

—Mierda—maldigo. Las levanto rápidamente y abro la puerta si mirar a tras entro rápidamente y enciendo la luz. Los gritos desaparecen.

- ¿Mama? –digo para saber si está en casa. Pero nadie contesta.

Camino a la cocina y hay una nota que dice:

¡¡¡Cariño, hoy no llego a la cena!!! El señor Scott y yo saldremos. Cierra con seguro y cualquier cosa me llamas. Hay comida en el horno de microondas.

Te Quiero. Mama.

Pongo los ojos en blanco, sonrió para mis adentros y me dirijo al microondas reviso la comida, es lasaña. La caliento y saco una lata de Coca-Cola.

Me siento en la barra en un taburete y mientras me como la lasaña, me viene a la mente la figura del hombre y los gritos que se oían en tan cerca, casi como si estuvieran pegados a mis orejas, no era la primera vez que experimentaba eso. Pero ¿Por qué a mí? La gente me había creído loca hace dos años, cuando empecé a escuchar voces y ver figuras fue dos semanas después de la muerte de mi padre. Es por eso que mama me lleva al psicólogo.

Pero bueno, pongo a un lado mis pensamientos y dejo la comida para irme a cambiar la ropa empapada. Camino por el pasillo a mi habitación y entro al baño enciendo el agua caliente y me adentro después de quitarme la ropa, un buen rato después salgo con la toalla envuelta me cambio y pongo la alarma a las seis de la mañana ya que es primer día de escuela, el último semestre en la preparatoria.

Nota de la autora: Esta es mi primera novela, había subido anteriormente una llamada "Fingiendo" pero por inseguridad a creer que piensen que soy un asco como escritora la elimine. Pero estoy de vuelta; solo espero que les pueda gustar esta novela y que se la imaginen como yo, tal vez aya muchas faltas de ortografía e incoherencias escritas pero no me presiones. Con todo mi aprecio y cariño Estefani