La fábula de la máscara de gas

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Erase una vez la Princesa de los subscriptores de los canales que van sobre grifos.

Ella quería encontrar a su príncipe de las albondigas que vendía jarrones hechos de aceitunas azules.

Decidió invocarle con un ritual satánico de neopreno y cacerolas. Se equivocó y utilizó un soplete en vez de un bote de esencia de bigote que toca la guitarra. En vez de invocar al príncipe, invocó a una roca feliz que usa un delantal rosita con el libro de los hechos de los apostoles estampado y que tenía una etiqueta pegada que ponía: (Ojos que no ven... Hostión que te pegas.)

La princesa se enamoró a primera vista de la roca y decidió darla un beso. La roca con delantal se convirtió en un insecto gigante amarillo fosforito con un destornillador en llamas. La princesa no podía creerlo. Era hermoso. De su cara emanaba espuma blanquecina y supuraba pus por su monopatín con forma de tostada.

Entonces las llamas se escaparon y dominaron la ciudad. El príncipe de las albóndigas que vendía jarrones hechos de aceitunas azules juró venganza.

Moraleja: El que se ríe último, piensa más lento.

Próximamente, La fábula de la máscara de gas 2 la película de animación hindi.






































Y murió un avestruz que jugaba al ping-pong

Cuando una Autora NO tiene InspiraciónWhere stories live. Discover now