Fuera de la tormenta

Capítulo 3

La primera cosa de la que Liam fue consciente esa mañana era de lo cálido que era el cuerpo de Zayn presionado contra el suyo. La segunda cosa era el dolor en su ingle. No podía recordar la última vez que se había despertado junto a alguien tan insatisfecho. La peor parte era que Zayn probablemente le habría dejado follarle si lo hubiera intentado. Pero Liam tenía más respeto por sí mismo como para forzarse sobre un extraño necesitado, confuso, borracho y con el corazón roto.

Con eso en mente, hizo lo que pudo para mantener las distancias con Zayn durante todo el día. Aun así, era uno de los mejores días que Liam había pasado en un tiempo. Bueno, uno de los mejores días que había pasado dentro, con otra persona. Le gustaba ver películas con Zayn. Le encantaba comer con Zayn. Y mientras su coqueteo se intensificaba, recordó la forma en que se había sentido esa mañana. Duro. Anhelante. Hambriento de más contacto. Frío por todas las partes donde Zayn no lo tocaba, y dolorido en cada lugar donde hacían contacto.

Ahora que Zayn estaba sobrio, no le importaba besar a Zayn hasta que estuviera sin aliento, y la excitación de Zayn presionada contra su muslo. Tiró de Zayn hacia el altillo, y cuando el otro hombre no se resistió, su boca se secó. Pero cuando llegaron a la parte de arriba de las escaleras, Liam vaciló. No sabía si Zayn quería estar al mando, o si Liam debería llevar la voz cantante.

Y parecía muy importante para Zayn conseguir exactamente lo que deseaba, y necesitaba, de su tiempo juntos.

- ¿Qué va mal? -Los dedos que habían entrelazando se soltaron ligeramente, y los oscuros ojos de Zayn eran serios cuando lo miraron-. Si estás cambiando de idea...

-No estoy cambiando de idea. Solo... -Liam estudió el rostro de Zayn en las sombras. No se habían molestado en encender la luz y la lluvia hacia qué la tarde fuera más oscura. No pensó que tuviera que explicarse, o pedir ayuda. En lugar de hablar, lo tomó por los hombros y golpeó su boca contra la de Zayn, besándolo con más fuerza de la que había usado antes.

Zayn gimoteó, pero en lugar de apartarse, sus brazos se apretaron alrededor de la espalda de Liam. Su lengua contestaba cada asalto e invitaba más mordiendo los labios de Liam. Todo en él era engañoso. A pesar de su delgadez, había una fuerza en su cuerpo mientras abrazaba a Liam, apretando los músculos de su espalda, restregándose contra su muslo.

-Gracias Dios, -respiró cuando Liam finalmente soltó su boca-. No he sido capaz de parar de pensar en lo bien que te sentí esta mañana.

-Yo tampoco he sido capaz de dejar de pensar en ti. -Liam lo empujó contra la cama, y deseó tener más manos. A parte de su agudo deseo, recordó cuán suave era la piel de Zayn, cuanto lo había calentado. Pero si quería sentir la piel de Zayn, Liam tendría que soltarlo, y no estaba listo para eso-. Ni siquiera quería dejar que salieras de la cama esta mañana.

-Entonces volvamos a ella.

Zayn se inclinó hacia atrás, redistribuyendo su peso para que estuvieran encima de las mantas. Liam gruñó mientras aterrizaba encima de él, pero el ataque de Zayn al nervio de su cuello, mordiendo y lamiendo los músculos tensos, borraron cualquier preocupación. Gimiendo, ladeó la cabeza para darle a Zayn más espacio para explotar, sus ojos cerrándose mientras chispas corrían por su columna.

Zayn no era el tipo de persona que Liam normalmente encontraba atractiva. Le gustaban los chicos más grandes. Chicos que no se vieran como si se cuidaran en exceso y se prepararan para estar en la televisión cada noche. Pero cuando Zayn usó sus dientes y uñas en su piel, encontrando lugares sensibles para agitar y tranquilizar, Liam se dio cuenta de que nunca iba a ver a los compañeros potenciales de la misma forma. Porque no había nada de Zayn que no se sintiera fantástico.