CAPÍTULO 2

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Zayn estaba cálido.

De forma agradable. Como acurrucarse en el sofá con su manta favorita con las luces bajas y El pistolero en si televisión panorámica.

Unos momentos después se dio cuenta de cuán cálido era, el primer dolor le golpeó en el ojo izquierdo.

-Oh, Dios, -gimió.

No necesitaba esforzarse mucho para saber que causó eso agonía. Zayn recordaba haber abierto las botellas de vino, y qué le llevó a beber en primer lugar. Recordaba la lluvia golpeando en las ventanas, cómo sonaba cuando golpeaba el tejado. Recordaba mirar a la oscuridad, deseando estar en cualquier lugar excepto en la cabaña, y no había forma de que alguna vez olvidara que había corrido a buscar su coche. Había estado congelado, y se había sentido como si lo hundieran en una bañera helada que se pegaba a su ropa y cuerpo. Cómo había podido seguir caminando si...

Algo se movió debajo de su mejilla.

Los ojos de Zayn se abrieron. Estaba en la cama. En el altillo de la cabaña. Desnudo.

La vibración de abajo retumbaba a través de su cuerpo de nuevo. Con ello vino el grueso pelo de pecho contra su nariz. Y estaba estirado encima del guardabosque. Payne.

Zayn se apartó, rodando a un lado para intentar alejarse tanto del otro hombre como fuera posible, cogiendo la mayoría de las mantas con él. No era el único que estaba desnudo. El guardabosque también lo estaba, su gruesa erección descansando en su plano estómago. De repente el dolor golpeó la cabeza de Zayn por el movimiento repentino, pero era secundario a la horrible comprensión de dónde había estado durmiendo.

Y el hecho de que todo lo que recordaba después de que el guardabosque lo detuviera era que lo besó hasta dejarlo sin sentido.

Payne debió echar de menos la cálida presión del cuerpo de Zayn, porque abrió sus ojos tan pronto como Zayn se movió. Alcanzó la manta que Zayn había apartado y se la puso sobre las caderas cubriendo su erección.

- ¿Qué pasa?

Zayn parpadeó. Maldición. Incluso eso dolía.

-Dímelo tú.

Liam entrecerró sus ojos, estudiando el rostro de Zayn.

-No te ves bien. Deberías sentarte antes de que te caigas.

No quería sentarse. La cama ocupaba la mayoría del espacio del altillo y tendría que volver a ella para complacer la sugerencia de Liam. Pero su estómago se estaba revolviendo por su repentino cambio de posición, por no mencionar que la habitación daba vueltas en su cabeza. Agarrando el borde del colchón, Zayn lo usó para guiarse a los pies de la cama, intentando esconder su desnudez.

- ¿Qué pasó anoche? -Preguntó, sentándose en la esquina. Tiró del borde de la manta hacia su ingle-. ¿Y por qué estás en mi cama?

-Porque para cuando conseguí subirte aquí anoche, no iba a dormir en el sofá. Hacía más calor aquí arriba. Y sobre lo que pasó... -Liam se encogió de hombros -te emborrachaste. Saliste a la lluvia. Te volví a meter dentro, y aquí estamos.

Zayn revolvió sus recuerdos. Borracho. Comprobado. Lluvia. Comprobado. Traído de vuelta adentro. No comprobado. De hecho, había un "comprobado" enorme que estaba empezando a preguntarse si había alucinado lo que había pasado antes de que lo trajera a dentro de nuevo.

- ¿Entonces, por qué recuerdo que me besaste?

-Porque te besé. Y pareció que te gustó. Lo suficiente para devolverme el beso. – Payne pasó sus piernas por el borde de la cama y alcanzó la toalla en el suelo. Zayn recordaba que anoche la llevaba-. También estuviste más dispuesto a volver dentro conmigo después de eso...

Fuera de la tormentaWhere stories live. Discover now